Savater: "Hay razones éticas para participar en política"
El filósofo español dijo que el gran problema es la impunidad
"El problema no es la corrupción; el problema es la impunidad. El hombre libre no se pregunta qué va a pasar, sino qué está dispuesto a hacer para que las cosas pasen."
Aunque desde hace 29 años viene a la Argentina casi todos los años, Fernando Savater, uno de los visitantes extranjeros de la Feria del Libro, opina que cada país tiene su propia problemática y no arriesga demasiado sobre los problemas argentinos porque no quiere hacer "una interpretación mágica" y confiesa su propia renuencia a hablar de cosas que no sabe.
El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires lo invitó para abrir el ciclo "Argentina a largo plazo. En busca de una visión superadora", que apunta a mirar más allá de la improvisación, de la constante atención de urgencias y de las crisis.
Catedrático de Etica en la Universidad del País Vasco durante más de una década y actualmente de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, autor de libros muy difundidos, como Etica para Amador y Diccionario filosófico , Savater conversó unos minutos con LA NACION y con directivos del Colegio de Abogados, que preside Enrique del Carril, antes de enfrentarse con el público.
Llovía mucho antes de la conferencia, y mientras se esperaba para comenzar, Savater vaticinó que el público sería una mezcla entre la gente que había decidido concurrir y la que aceptó como un castigo escuchar la charla sólo para guarecerse de la lluvia. "Eran inteligentes, porque pensaban no venir", bromeó.
Hay que vivir bien
Savater buscó el fundamento de la ética en la necesidad de vivir bien. "Es una aplicación de la libertad de los hombres, el deseo del ser humano de vivir lo mejor posible."
Indicó que la política tiene que ver con valores, pero señaló que ante los trastornos políticos y sociales no basta decir que hace falta más ética. "Si a un ministro se le da plata para hacer un colegio y se gasta el dinero en fiestas, él podrá tener un problema moral, pero la sociedad tiene un problema político. Tenemos la tentación del mal porque somos humanos, pero el problema no es la corrupción; el problema es la impunidad."
¿Qué espera Savater de los políticos? "Que sean buenos gobernantes, no excelentes personas, pero incompetentes." Comentó que si viaja a Europa en avión y le dicen que el piloto tiene Parkinson y no ve bien, pero es una persona moral porque cuida bien a sus hijos, él tiembla: "Prefiero un sinvergüenza que sepa manejar bien".
Estimó la moral como un instrumento para salvar el sentido personal de la vida -hacer mejores personas- y a la política como medio para hacer buenas instituciones. Aunque los países requieren buenas instituciones incluso para que vivan mejor las personas.
¿Hay crisis de valores? "Mientras veamos los abusos como abusos, no hay crisis de valores; ésta existiría si todo nos diera igual." Pero como hay abusos y atropellos -xenofobia, explotación-, hay que enseñar ética. Savater está preparando un diccionario del ciudadano, para mover la reflexión autónoma. "Hay razones éticas para participar en política", sostuvo.
Apuntó que los griegos llamaban idiota al que creía que podía vivir solo, abstenerse de participar en los debates que competen a todos. Y lamentó que la sociedad estuviera "llena de hiperidiotas que se jactan de ello, como espectadores de un circo, que sólo aplauden o silban".
Juzga importante dar a conocer las propias razones, ser capaces de persuadir y de ser persuadidos. Y se queja: "Vengo de un país donde todo el mundo se enorgullece de ser inmune a la persuasión".
¿Los derechos humanos son iguales para todos, en Europa y en China? "Los seres humanos nos debemos solidaridad, reconocer la humanidad de los otros; hay una ética común a todas las personas. Debemos vernos como hermanos unos a otros. Un ser humano para otro no es un objeto."
El aborto y la vida
No le parece lógico que haya quien pueda ser un entusiasta del aborto, pero en circunstancias corrientes estima preferible un aborto en un sistema legal a no regularlo y que se haga clandestinamente. Hay que aceptar que tanto la eutanasia como el aborto no son cosas buenas -dijo hace poco-, pues una persona no puede andar muy feliz diciendo: "Voy a abortar". Por ello, apuntó, debe existir un amparo legal que permita la decisión de la persona. "El hecho de que el aborto esté despenalizado -expresó- no me dispensa de mi responsabilidad moral."
¿Hay diferencia entre dos horas antes de nacer, lo que sería aborto, y dos horas después, cuando provocar la muerte sería un infanticidio? Estima que no hay legislaciones que permitan abortar muy poco tiempo antes de dar a luz. Al enfocar la eutanasia, subraya el valor de la vida no exclusivamente biológico sino simbólico. ¿Hay diferencia entre quien tiene afectadas sus funciones porque está por morir y un deficiente mental de 20 años?
Amenazado de muerte por ETA, se le preguntó cómo se arregla el terrorismo en el País Vasco. Estimó que antes se iba por buen camino: "ETA estaba cara a la pared por la presión judicial y política, y el pacto antiterrorista, y hasta porque Al-Qaeda les había quitado glamour ". Pero se le ofrecieron recompensas para dejar la violencia, se cedió al chantaje, "y ahora ETA usa la violencia para conseguir la recompensa". Mientras veamos los abusos como abusos, no hay crisis de valores; ésta existiría si todo nos diera igual. Pero como hay abusos y atropellos, hay que enseñar ética.
Por Jorge Rouillon
De la Redacción de LA NACION
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario