martes, 25 de marzo de 2008

Un país al borde del abismo

Un país al borde del abismo.

Por Luz García HamiltonEl momento más difícil del matrimonio "K". Ya no son solamente los gremios los que protestan. Los agricultores dijeron basta y la sociedad salió a apoyarlos sin condicionamientos. El día de la memoria. ¿Memoria? Es lo que parecería faltarle a nuestro actual gobierno. Los argentinos añoran la democracia, esa forma de gobierno de la que se jactan pero que al parecer desconoce el Poder Central.
Periodismo de Verdad 25/3/200817:30hs

Ni Néstor ni Kristina habrán soñado jamás que a tan sólo 100 días de cogobierno, la Argentina les diría BASTA. Para ser reelectos usaron el poderoso aparato estatal y algunos otros dudosos fondos que llegaron en avión y dentro de una valija según aseguran especialistas en la materia, pero no se dieron cuenta de que así como pueden comprar voluntades a diestra y siniestra y exigir obediencia debida a sus sub alternos, sean éstos el Ministro de Economía, los Gobernadores provinciales, el parlamento ó los punteros políticos, hay cosas que no tienen precio y con las que no se negocia gracias a Dios. La dignidad es una de ellas. Y la gente se hartó. Se hartó de trabajar con ahinco para que el Estado pretenda llevarse sus ganancias ó gran parte de ella porque creen que trabajar en este país es una mala palabra. Parecería que acá se premia a los corruptos y a los obsecuentes para quienes “todo vale”. Parecería también que se fomenta la cultura de la dádiva y los bolsones con los que lejos de ayudar a los más necesitados en la mayoría de las veces se pagan “favores políticos”. Parecería que se quiere poner freno a la producción haciendo ojos ciegos a la realidad de que el campo mueve en gran parte la economía del país, dando trabajo a millones de personas de manera directa y a otras tantas indirectamente, pero claro, es preferible que no trabajen así necesiten las migajas que “les tiran” en alguna caja a cambio de un voto ó de un aplauso comprado que los regocija como si fuera espontáneo. La gente se hartó de la injusticia y del autoritarismo reinante. Se cansó de la prepotencia, de la arbitrariedad y de que no se respeten sus derechos ni sus garantías. En el “reino del revés”, como parecería ser Argentina, se habla de represión, de derechos humanos, de respeto, de genocidio, de crímenes de lesa humanidad…pero justamente los que se jactan de todo eso son quienes lo practican hoy abiertamente haciendo gala de ser funcionarios de un gobierno democrático y constitucional.!!!!! El día de la memoria Ayer en la Argentina el oficialismo tuvo la desfachatez de celebrar el “día de la memoria” en un feriado absurdo que sólo pone en evidencia eso: mejor no trabajar, mejor no producir, mejor seguir sembrando odio y revolviendo un pasado triste que en nada nos ayuda a la reconciliación de los argentinos. ¿Memoria?, MEMORIA parecería ser la que les falta a ellos cuando hablan con tanta ligereza de derechos humanos y se dicen defensores de la vida. Porque si entendieran de qué se tratan los derechos humanos seguramente no estarían condenando lo que ellos no practican. Y si defendieran la vida no estarían intentando aprobar la ley del aborto que es aberrante desde todo punto de vista. Pero es fácil hacer demagogia y pararse en un palco a despotricar contra los militares a quienes acusan de “genocidas” sin darse cuenta que genocidas en todo caso son aquellos que pretenden interrumpir arbitrariamente la vida de alguien que no tiene como defenderse porque está en el vientre de su madre aunque haya sido concebido por accidente. Esa personita no tiene culpa de nada y tiene todo el derecho a nacer y a tener la oportunidad de vivir ¿queda claro?. Y no se confundan, en “Periodismo de Verdad” no estamos avalando la tortura ni los excesos en ninguna de sus manifestaciones, pero si pensamos que hay que decir las cosas como son y no hacer politiquería barata engañando a la gente y sembrando más cizaña. En Argentina hubo una guerra cruel y atroz lamentablemente y aunque muchos parezcan no recordar nada. ¿Memoria?...sí, seguramente todos los que tienen memoria recordarán el caos y la anarquía reinantes en los años setenta donde el comunismo encarnado “en algunos jóvenes idealistas” pugnaba por adueñarse de nuestro país. La violencia había copado las calles y las bombas y atentados se habían cobrado varias vidas, muchísimas de ellas inocentes aunque no lo quieran recordar estos que ayer celebraban “el día de la memoria” y que se olvidaron de María Cristina Viola por ejemplo por sólo citar a la más chiquita e inocente de los muertos brutalmente por la subversión. Pero todos aquellos que sí tienen MEMORIA, mientras ayer la tensión aumentaba a lo largo y a lo ancho del país porque desde el Gobierno habían mandado a los gendarmes a “reprimir” a los agricultores ó cuando los camioneros acaso respondiendo algún pedido también hacían su contramarcha desafiantes y sembrando miedo, no podían dejar de pensar en aquel 24 de marzo que se rememoraba, día en que el Ejército Argentino tuvo que salir a poner orden mientras MILLONES DE ARGENTINOS aplaudían y los vivaban en las plazas ¿Recuerdan?...bueno, claro, si es que tienen memoria…y en más de una rueda familiar o de café se rumoreó que la situación de caos hacía recordar los viejos tiempos con la sola diferencia de que hoy no había un Ejército capaz de salir a restablecer el orden porque había sido diezmado y porque salvo honrosas excepciones que por suerte todavía quedan, hoy los oficiales y soldados estaban reducidos a meros aduladores del Poder Central, sea por miedo, por presión ó por necesidad, para el caso lo mismo da. Lo cierto es que las FFAA ya no son las de antes ni tienen el menor interés en defender nuestra paz porque tampoco pueden hacerlo. El deseo de los argentinos Pero claro, nadie quiere hoy un golpe militar, acá los argentinos sólo quieren, añoran y exigen un gobierno democrático capaz de escuchar y de dialogar. Un gobierno que sepa respetar a las instituciones y garantizar el derecho a circular libremente, a manifestarse, a protestar pacíficamente, a trabajar con dignidad y sin presiones, a expresarse ó a informar libremente, es decir, un gobierno que respete la ley y la Constitución siempre. Por eso es que en la semana más conflictiva y problemática del matrimonio “K”, deberán pensar fríamente qué actitud tomar. La dignidad repetimos no se compra ni se vende y es por eso que los argentinos en su mayoría salieron a respaldar al agro sin importar ideologías o banderías políticas. La izquierda y la derecha así como el centro se unieron para protestar y reclamarle al gobierno que deje trabajar en paz y que permita a los agricultores ver el fruto de sus cosechas porque si al campo le va bien, miles de personas más tendrán trabajo y podrán educar a sus hijos así como todos los ámbitos de la economía se verán favorecidos. Ahora si el gobierno sigue con su intransigencia incitando al odio, cobrando retenciones que no le corresponden y haciendo gala de su mal llamada fuerza, puede ser entonces que la reina Kristina y su príncipe consorte caigan estrepitosamente al vacío y pasen a ser parte de la historia nefasta de la Argentina, de esa Argentina a la que con todo su potencial humano y las riquezas de sus tierras se le impidió caprichosamente crecer. Quizás la caída de los Kirchner, los Fernández, los Alperovich y tantos otros podría ser festejada por millones de argentinos que hoy se sienten defraudados y estafados. Sin embargo cualquier argentino de bien quiere y espera que el matrimonio K recapacite, de marcha atrás y tenga la grandeza de reconocer un error que los enfrentó con el empresariado, con los agricultores, con los trabajadores del campo y con la sociedad toda. Los argentinos esperan y hasta le suplican a su clase dirigente, que sea capaz de revertir una situación que puede ser lamentable para todos. Porque los argentinos bien nacidos señores, sean kirchneristas ó profundamente opositores quieren vivir en un país democrático en donde el Presidente que haya sido electo por la mayoría cumpla su mandato exitosamente para el bien del país, pero saben también que para eso, el respeto, los derechos y las garantías de todos los ciudadanos DEBEN SER RESPETADOS. Y si no no habrá marcha atrás. La dignidad decíamos en este editorial, no tiene precio.

Luz García Hamilton Periodista, licenciada en Comunicación Social

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