lunes, 17 de marzo de 2008

Las mentiras de Kirchner

El mayor acto de corrupción de la historia de nuestro país (Cada vez se confirman más las mentiras de Kirchner)

Por Alfredo Raúl Weinstabl


Pero lo que llama la atención en el caso de los Kirchner es que no sólo lo realizan para intentar afianzarse en el poder, sino que conllevan otros graves delitos previstos y penados en nuestros códigos. Pero además sus mentiras son de tal magnitud, que el ciudadano medio no puede menos que pensar que lo que expresan tiene que ser cierto. Sería absurdo que un funcionario de tan alta jerarquía mienta tan descaradamente.
Si bien hay muchos casos similares en el pasado es difícil encontrar uno de la envergadura del conocido affaire de los fondos de Santa Cruz.
En el día de hoy apareció con grandes titulares en la primera plana de los periódicos, que los ya famosos fondos de la provincia de Santa Cruz continúan en el exterior, en una cuenta bancaria del Credit Suisse.
En reiteradas ocasiones, Kirchner sin que se le mueva un solo músculo en su graciosa cara, afirmó que los había depositado en la Reserva Federal norteamericana, que ni acredita cuentas corrientes ni devenga otro interés que los producidos por venta y compra de bonos del Tesoro.
Posteriormente, no hace más de diez meses atrás, Kirchner había anunciado que estos habían sido repatriados.
En una entrevista radial con Magdalena Ruiz de Guiñazú expreso “... están todos repatriados, algunos fueron invertidos en obras públicas y el resto está siendo administrado por el banco de la provincia.”
Esta absoluta falta de transparencia y el hecho de no dar adecuadas y muchas veces contradictorias explicaciones y argumentaciones, no hacen más que exacerbar a la opinión pública, amen que origina todo tipo de versiones.
Desde que parte de los fondos, la friolera de 200 millones de dólares, habrían sido depositados en un banco de RUSIA, y que se habrían perdido definitivamente ya que el depósito se efectuó muy poco antes del default de esa nación.
Otra de las tantas versiones es que en el desconocido itinerario de ese dinero, unos US$ 200 millones se habrían encontrado en el Banco Nacional de Cuba a nombre de la actual presidente. OtrosUS$. 350 millones estarían a nombre de Eduardo Caffaro, en una cuenta abierta en el año 1994. A este se lo sindica como un hombre que siempre estuvo ligado a Kirchner y sus operaciones financieras.
También inicialmente habrían pasado por los paraísos financieros de la Islas Caimán.
Hoy también se menciona que esos fondos se estarían utilizando para garantizar la compra de YPF sin poner un solo peso.
Son tantas las versiones, que enlodan cada vez más al matrimonio reinante. La credibilidad en este tópico ya no existe en absoluto. El ex presidente ya se lo puede considerar un mentiroso consuetudinario.
Nunca se ha rendido cuentas ni en tiempo y en forma, de cuándo se depositaron los fondos, qué intereses devengaron y cómo se administraron, Dado el tiempo en que fueron girados al exterior, el monto actual superaría holgadamente los 1500 millones de dólares.
El manejo de este tema va tensando la relación entre Kirchner y Peralta, el actual gobernador de Santa Cruz.
En el país más poderoso y adelantado del mundo, un presidente tuvo que renunciar a su cargo por haber mentido a la ciudadanía. (ref.1)
Pero entre la mentira de este y la del caso que estamos analizando hay una distancia sideral. La del presidente norte americano parece una mentirilla infantil con respecto a la de Kirchner
A esta altura a nadie le puede caber dudas que Kirchner es un mentiroso o en el mejor de los casos, que se está ocultando a la ciudadanía algún negocio turbio.
De confirmarse lo expuesto no cabría ninguna duda que nos encontramos frente al caso de corrupción más escandaloso y de mayor envergadura de la historia de nuestro castigado país.
Estamos convencidos que Kirchner a la corta o a la larga, terminará con sus huesos en la cárcel.

NOTA:

(1) Nixon, Richard Milhous (1913-1994), presidente de Estados Unidos (1969-1974), el único que ha tenido que dimitir del cargo.
En el caso conocido como el escándalo Watergate, una comisión parlamentaria determinó en 1974 que Nixon conoció y encubrió la relación del jefe de la campaña para su reelección con las cinco personas detenidas dos años antes cuando trataban de poner micrófonos en la sede del Partido Demócrata en el hotel Watergate, en Washington
Nixon dimitió por haberse demostrado que había mentido tratando de que se detuviera la investigación sobre las escuchas.

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