RECREAR: Una interna lamentable.

RECREAR: Una interna lamentable.

Por Luz García Hamilton


La interna de Recrear es de verdad lamentable. Los argentinos están cansados de políticos a los que les interesa más su carrera que el bien común. Están desilusionados de los "borocotós" que saltan de un lado a otro por conveniencia y asqueados de aquellos que, como Lavagna, jugaron con su buena fe.

En Recrear hay dos grupos. Uno liderado por el santiagueño López Ramos que quiere la continuidad de López Murphy, otro encolumnado tras Esteban Bullrich -ex compañero de fórmula de López Murphy cuando fue candidato a Presidente de la Nación - que parecería obnubilado por el poder de Mauricio Macri y que parece sufrir de amnesia.

Sin querer desmerecer a Macri a quien todos aquellos que se consideren opositores deberían hoy apoyar por que es lo que hay y ganó con el voto popular, llaman la atención algunos conceptos vertidos por Esteban Bullrich, hoy ministro de Desarrollo del gobierno macrista. En “El Cronista Comercial” (nota que publicamos ayer) manifestaba Bullrich que entre las causas del fracaso de Recrear están el que haya estado tan cerrado y en el personalismo de sus dirigentes...pues bien, con todo respeto señor Bullrich, en Tucumán Recrear trabajó para el PRO - alianza que conformó junto a CPC - y en buena medida se dice que si los candidatos de Recrear no están hoy sentados en la legislatura fue porque Mauricio Macri no los respaldó y terminó dividiendo a los dirigentes de Recrear y a los de CPC.

En La Nación en tanto, también Recrear trabajó incansablemente para apoyar a Mauricio pero éste luego les dio la espalda dejándolos totalmente desubicados frente a un escenario complicado con un Lavagna que mintió y una Kristina que gastó millones y que contaba con el aparato estatal y según aseguran algunos hasta con el apoyo chavista. Ricardo López Murphy incluso estuvo a punto de apoyar a Carrió, pero por respeto a Macri dejó pasar esa oportunidad también. Entonces al menos para quienes seguimos la política de cerca, Recrear no trabajó a puertas cerradas sino que le cerraron las puertas y hay una gran diferencia.

Pero más allá de la interna del 6 de abril en la que se espera prime la razón, sería bueno que la clase política deje de sacar los trapitos al sol...en un partido político como en un matrimonio hay cuestiones que deberían resolverse a puertas cerradas y en la alcoba para no generar más desconfianza ni más angustia y hacia afuera brindar tranquilidad y contención porque sólo así podrá recuperar la confianza de la gente.

Es tiempo de mea culpa y de reflexiones. Es tiempo de unir y no de desunir. Es tiempo de que cada uno asuma la responsabilidad que le toca y deje de buscar culpables y es tiempo de tener una clase política madura y capaz de deponer intereses. La sensación generalizada es que la oposición es tibia ó que está preocupada en cuestiones personales. No se puede tener 10 candidatos, hay que encontrar un líder, apuntalarlo todos y entonces recién empezar a soñar con un cambio.

En los próximos días los dirigentes de Recrear, unos y otros, tendrán seguramente algunas reuniones secretas y otras abiertas. Se dirán muchas cosas, habrá insultos, gritos y lágrimas pero también llamados a la reflexión e intentos por mantener la tropa unida.

Faltan cuatro largos años para cambiar de gobierno, no tiene el menor sentido comenzar a desgastarse ya. Los dirigentes de este partido deberían aprender del fracaso y saber lo que las deslealtades significan en el terreno político. Tendrían que tener la madurez suficiente para aprovechar las fortalezas de cada uno y explotarlas al máximo mientras se corrigen las debilidades. La unión con el macrismo existe y para alianzas hay tiempo de sobra. Pero primero hay que empezar por casa y saber que lo único que el electorado no perdona es la mentira y la deslealtad.


Luz García Hamilton
Periodista, Licenciada en Comunicación Social