Amplificación incestuosa
Jueves 3 de abril de 2008
Hasta hace no más de 25 días, el gobierno nacional lucía, según los analistas políticos, una fortaleza sin par. Pero sorpresas da la política. Un sector supuestamente manso y alejado de los centros de decisión, el agropecuario, invadió con su protesta los medios y las arterias (rutas) del cuerpo de la Nación. La furia y firmeza de la reacción dejó sorprendidos a todos. ¿Qué pasó?
La concepción de la política practicada por los Kirchner es la de la verticalización extrema de las decisiones. Ministros y toda clase de funcionarios han pasado a ser "cuadros" y "soldados" de un ejército disciplinado que cumple y actúa en función de las órdenes explícitas o presuntas que baja la cúpula política. Sin discusiones ni enmiendas respaldadas en el conocimiento que tienen de esos asuntos las dependencias específicas que componen el Poder Ejecutivo.
El prestigioso semanario británico en temas de defensa Jane s Defense Weekly define la amplificación incestuosa como el "estado en que sólo se escucha a quienes concuerdan con uno de manera absoluta y cerrada, reforzando las convicciones y creando una situación que induce a errar en los cálculos". Esto se produce por enviar órdenes sin conocer la materia o porque de abajo se elevan proyectos en línea con el pensamiento de sus superiores.
Si la elevación de las retenciones hubiese seguido un proceso más horizontal seguramente se hubieran enterado de lo siguiente:
1) "Chacareros" o "sembradores de soja" sólo son genéricos que no definen nada a efectos de la política agropecuaria. Chacareros hay de todos los tamaños, minifundistas, pequeños, medianos y grandes en distintas regiones de cultivos extensivos. Cada región tiene diferentes potenciales de producción para cada cultivo y también costos y externalidades distintas. Además, gran parte de éstos también son ganaderos, y algunos son tamberos. Algunos todavía resisten el bingo de las tres actividades. Es un universo heterogéneo y numeroso, con paciencia limitada. Los "sembradores de soja" existen sólo en el lenguaje de algunos ministros.
2) El gasoil "barato" contribuye modestamente en los costos de la agricultura moderna, de siembra directa con uso de semillas de alto potencial, como también de agroquímicos y fertilizantes. Estos insumos están dolarizados y algunos aumentaron en dólares más del 100% en el último año.
3) El "campo", tal como se lo considera, existe sólo como espacio rural. En ese lugar, en cambio, hay un sector agroalimentario y agroindustrial de alta complejidad que cubre el espacio no urbano de todo el país. Y esta complejidad se explica por las ofertas de sus productos alimentarios e insumos para industrias y por las demandas simultáneas de servicios y bienes para sus actividades. Estos intercambios, además, tienen base en las ciudades próximas, donde el progreso que produce contiene a sus habitantes.
4) Es en este sector donde se está produciendo una mejora de la productividad inédita en la agricultura argentina, que necesita de un ambiente amigable para mantener un ritmo que, entre otras cosas, le permite solventar la carga de retenciones y seguir creciendo.
5) Las retenciones atentan especialmente contra los pequeños y medianos productores.
6) Los habitantes de las ciudades del interior han medido el impacto de las retenciones. Estas, en todos los casos, representan varias veces los presupuestos municipales. También serían partes sustanciales de los presupuestos provinciales, aunque los gobernadores no lo digan.
El federalismo, la caja centralizada, las decisiones sin consulta, las fuerzas de choque y el corte de rutas parecieran ser tópicos sobre los cuales la clase política debe trabajar para construir un país mejor.
Por Rafael M. Delpech
Para LA NACION
El autor es ingeniero agrónomo y fue secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos
jueves, 3 de abril de 2008
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