El jefe de Gabinete admite que el problema de los precios es grave. Pero prefiere mantener la calma de su entorno laboral antes que forzar a Cristina Kirchner a abrir los ojos. Ella se exalta demasiado cuando se le habla de inflación.
Un empresario de buen tránsito por la Casa Rosada lo dice así."Uno puede discutir con Cristina muchos aspectos de su política. Pero cuando se llega al problema de los precios, se encierra en sus prejuicios.
lunes, 21 de abril de 2008
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