viernes, 4 de abril de 2008

Anatomía de la crisis financiera en las provincias

Anatomía de la crisis financiera en las provincias

Salta, Mendoza, Córdoba, Chaco son sólo cuatro ejemplos de la grave crisis que atraviesan las provincias argentinas. La discusión por la Coparticipación Federal, el agujero fiscal, las cajas previsionales y las deudas que apremian la gestión de cuatro de los gobernadores kirchneristas por excelencia.

Por Ezequiel Spillman

Cristina Kirchner y gobernadores K.
Los dirigentes del campo pusieron el tema sobre la mesa de debate político, aunque es un viejo reclamo de la oposición: la distribución de los fondos que ingresan en las arcas del gobierno nacional.
Desde comienzos del siglo XIX, el centralismo de Buenos Aires (en especial en referencia al control de la Aduana y el puerto) era el principal motivo de conflicto con las provincias, en especial con las del Litoral. Acaso los enfrentamientos entre unitarios y federales daban cuenta de este conflicto irresoluto.
Hoy, a las puertas del bicentenario, la discusión no está zanjada. Y, en este contexto, los fondos por Coparticipación Federal que controla el gobierno nacional permiten entender el por qué de las crisis financieras en las provincias.
Dos datos permiten entender el cuadro de situación: en 2007 el déficit consolidado de las provincias ascendió, después de cuatro años consecutivos con superávit fiscal primario, a $400 millones. Pero, el déficit financiero en las provincias y la Ciudad de Buenos Aires es de aproximadamente $2800 millones. El deterioro obedece a un fuerte incremento del gasto público provincial en salarios y remuneraciones.
En lo que refiere específicamente a fondos de Coparticipación Federal, según la Ley 23.548 (de 1988) y sus enmiendas, Córdoba recibe el 9,22%, Chaco 5,18%, Mendoza 4,33% y Salta 3,98%. Además, en aquella iniciativa se estableció que 57,36% de la masa coparticipable es para las provincias y que el 41,64 para la Nación.
Pero la situación cambió y para 2003 la Nación se quedó con un poco más del 60% mientras que las provincias recibieron menos del 40%. Con la introducción de las retenciones, los fondos para la Nación llegaron al 72,93%.

Mapa financiero de cuatro provincias:



Chaco:

La situación del gobernador K Jorge Capitanich es compleja. Las cuentas no le cierran y, si bien el Presupuesto aprobado para 2008 prevé un total de $4.100 millones y un superávit de aproximadamente $141 millones, tiene problemas para pagar el sueldo de los estatales y para ejecutar los fondos. En este contexto, uno de los agujeros financieros más importantes está relacionado con la Cajas Previsionales, que es deficitaria.

“En la década del ´90 se mandaron las cajas para jubilaciones de muchas provincias a órbita del Estado nacional. Sin embargo, en nuestro caso se quedó en la provincia”, explica a La Política Online el ex diputado nacional de la UCR Víctor Zimmermann.

Por este motivo, el gobierno nacional tuvo que salir a cubrir la deuda provocadas por la Cajas Previsionales. Hoy, Chaco le debe más de $250 millones a la administración central por este motivo.

“Capitanich no está logrando que el gobierno le mande dinero”, explica Zimmermann. Uno de los motivos sería que la administración nacional se estaría cobrando parte de la deuda previsional.

A todo esto, Capitanich anunció un programa de “Hambre Cero” que aún no logra poner en marcha. De hecho los aborígenes están en pie de guerra contra el gobernador porque no se ejecutaron los fondos del plan.

También, se anunció una inversión en obra pública $8 mil millones para los 4 años de gestión y la creación de un fondo para el GPL, el gas en garrafa. Es que en las provincias del norte no tienen un gaseoducto y por eso se aprobó un subsidio que asciende a $253 millones, pero aún no está en ejecución.

En este contexto, producto del paro, Capitanich aceptó que la provincia perdió cerca de $16 millones.
Otro grave problema financiero se da en el sector del agro. Tal como reveló La Política Online hace algunos días, los pequeños productores están endeudados con el Banco Nación por alrededor de $100 millones y podrían ir a remate muchos campos.

“Él (por el gobernador) dijo que quería condonar sus deudas, y ahora dijo que va a reprogramarlas. Pero todavía no se avanzó, sólo hay anuncios”, aseguró Zimmermann. Lo cierto es que la refinanciación no incluirá a los productores endeudados con la banca privada y el Fideicomiso que se creó endeudará al sector por los próximos 20 años.


Córdoba:

Mientras el gobernador kirchnerista Juan Schiaretti se alinea con el campo en medio de su disputa con el gobierno nacional, aún debe solucionar cómo solventará una deuda prevista de, al menos, $884 millones para 2008 producto de la Caja de Jubilaciones provincial (que al igual que el Chaco no pasó a órbita de la Nación).

Paradójicamente, desde la administración Kirchner a la provincia le adeudan $1.175 millones. Según Osvaldo Giordano, titular de la Caja de Jubilaciones provinciales, la deuda por 'convenios de armonización' sigue vigente, y reconoció que en el gobierno provincial nadie sabe por qué no le envían los fondos.

El rojo previsional cordobés entre 2006 y 2007 superó los $1.300 millones. Y, de ese total, la Nación adeudaría unos $1000 millones, según fuentes provinciales.

Por otra parte, Schiaretti deberá intentar hacer malabarismo en una provincia donde, si bien no se ha declarado déficit, existe una deuda de $7500 millones de pesos, la segunda en importancia detrás de la de Buenos Aires.

Mendoza:

El caso de Mendoza también es complejo. El gobernador kirchnerista Celso Jaque continúa enfrentado al vicepresidente (y ex gobernador) Julio Cobos y en su provincia no le terminan de cerrar las cuentas.

Jaque criticó duramente durante meses el estado de las cuentas que dejó la gestión de Cobos. Y no fue en vano: el resultado fiscal 2007 tuvo un superávit de $298 millones, aunque esa cifra no le alcanzó para cubrir sus vencimientos de deuda en concepto de intereses y capital que suman unos $430 millones aproximadamente.

Sin embargo, el 12 de enero el gobernador logró la aprobación del Presupuesto para este año de $6.456 millones con un déficit proyectado en $534 millones.

Salta:


La situación para la gobernación salteña que iídera el kirchnerista Juan Manuel Urtubey tampoco es sencilla. Todavía intenta que su provincia no llegue al default.
Sin embargo el marco actual de su administración en materia financiera está al límite: la provincia podría dejar de pagar unos bonos llamados Salta Hydrocarbon Royalty Trust de US$ 234 millones al 11,55% con amortización en el año 2015.

Es que, según la consultora de riesgo Standard & Poor's, se incrementó la posibilidad de que el gobierno de Urtubey provoque una reestructuración unilateral de los términos originales del endeudamiento de los títulos emitidos por el gobierno anterior, de Juan Carlos Romero. Por este motivo, se le bajó la calificación a los bonos.
Esos bonos están garantizados por 80% de las regalías que las petroleras y gasíferas pagan mensualmente a la provincia y desde su emisión, en 2001, fueron pagados.
Claro que, de realizar esta reestructuración la situación se podría complicar. En este contexto, el ministro de Hacienda Carlos Parodi declaró a la prensa que “no hay intención de defaultear ni, mucho menos, de dejar de honrar la deuda salteña”. Salta mantiene un superávit fiscal desde hace cinco años.
Los presupuestos provinciales
Finalmente, según un informe de la Fundación Mediterránea de 2004 la injerencia de los fondos en concepto de Coparticipación Federal para los presupuestos provinciales arrojó: en Mendoza un 50%, en Córdoba alrededor del 60%, Salta el 75% y en Chaco casi el 85%.

Datos elocuentes a la hora de tomar en cuenta la dependencia estructural en materia económica de los gobernadores hacia el poder central. Un debate que, a 200 años, todavía está lejos de estar saldado.

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