domingo, 6 de abril de 2008

Un nuevo modelo agropecuario: la discusión que se viene en Argentina

Un nuevo modelo agropecuario: la discusión que se viene en Argentina

Se abre un período de debate entre el Gobierno nacional y los ruralistas en torno a la política agropecuaria. El decano de la Facultad de Agronomía de la UNLP afirma que se debe diseñar un “plan integral” de desarrollo. Las características del proceso de sojización




El Día (La Plata) 3/4/2008|14:51hs |

La tregua que decidieron impulsar las entidades ruralistas abre un período de negociaciones en el que distintos sectores buscarán discutir un nuevo modelo agropecuario. Las entidades del campo no tienen posiciones unívocas.

Muchos ruralistas defienden a rajatabla los altos índices de rentabilidad que arroja la soja, pero no son pocos los que alertan sobre los problemas del monocultivo. Y plantean la necesidad de que haya una “política integral” que posibilite un desarrollo sostenido del campo.

Guillermo Hang, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), explicó a Hoy algunas de las características de esta legumbre nutritiva. Remarcó que un aspecto del crecimiento de las superficies sembradas “tiene que ver con la técnica, ya que este cultivo se puede adaptar a distintas zonas, y eso a su vez permite expandir la frontera agrícola”.

“Un aspecto principal es que para poder tener una alta rentabilidad se necesita una escala de trabajo. Es decir, hay que tener una superficie de siembra importante”, dijo Hang. Y remarcó que la soja tiene tres usos: como poroto, como aceite y como harina, lo que permite ser aprovechada como alimentación de ganado bovino y para consumo humano.

Ante la demanda de alimentos de grandes mercados, como los de China e India, se prevé que los altos valores de esta legumbre se mantengan en los próximos años, siempre y cuando no se expande la crisis económica que está afectando a los Estados Unidos.

“La población de China e India cada vez demanda más alimentos y se hace necesaria cada vez más soja para alimentar a los animales, de donde se obtienen la carne. Pero, a su vez, la soja también se utiliza para la producción de biocombustible”, sostuvo el decano.

¿El Estado debería haberle puesto un freno al proceso de sojización e incentivar, mediante políticas activas, otras actividades rurales como la ganadería? Sin duda. En ese sentido, el decano de Ciencias Agrarias remarca que “venimos de una década de políticas neoliberales en la que no había restricciones. Incluso aparecieron nuevas figuras, como los fondos de inversión, más conocidos como pooles de siembra. Recién ahora se está comenzando a regular y orientar la producción, mediante medidas fiscales, financieras y de producción”, sostuvo.

No obstante, Hang afirma que lo que no existe, hasta el momento, es una política integral que posibilite un desarrollo sostenido del agro. “Esto es lo que seguramente plantearán algunas organizaciones, como la Federación Agraria (aglutina a pequeños y medianos productores), en la mesa de negociaciones”, dijo el decano. Y remarcó que esta política integral debería estar constituida por cuatro herramientas principales:

-Política integral que, habitualmente, puede agrupar a cuatro grandes: recursos y técnicas

- Política económica, a precios y fiscal, movilización social, agricultura familiar, y la actividad específica con los distintos tipos de productores:

-Recursos y técnicas (desarrollo tecnológico)

-Política económica: fijación de precios y nueva política fiscal

-Movilización social para fomentar y apoyar la agricultura familiarn Aplicación de políticas específicas que apunten a los distintos tipos de productores

“No se debe utilizar un solo instrumento, como las retenciones. Se tienen que utilizar todas estas herramientan para mejorar la salud del campo, la educación y la infraestructura. Es decir, para ser competitivo”, dijo Hang. Y aclaró que algunas de estas políticas se pueden implementar de un día para el otro.

Fuente: Diario Hoy (La Plata)