Sin defensas contra el populismo

Hoy gran parte de la opinión pública festeja el mero hecho de que el Poder Ejecutivo haya respetado la Constitución y que el Congreso de la Nación haya asumido las responsabilidades que nunca debió haber abandonado. Pero advirtamos que el festejo también revela el tremendo deterioro institucional. Si se llegó tan abajo es porque el cuerpo político del país no posee suficiente inmunidad patológica contra el populismo. El gran cambio que se necesita, entonces, es la remisión sin pausas de esa cultura en Argentina. Un esfuerzo no utópico, para impedir que la Patria siga desvaneciéndose entre el odio como recurso político y la hipocresía como alternativa a la verdad