Mientras no superemos esa etapa de infantilismo político, seguiremos siendo víctimas de los excesos de los dictadores. Al respecto, es conveniente recordar las dos primeras acepciones que el Diccionario de la Real Academia atribuye al vocablo dictador: “1.En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica”. “2.Persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás”. Para nada distingue si es elegido por votación o impuesto por la fuerza.
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Fuente: La Voz del Interior (Córdoba)
viernes, 12 de septiembre de 2008
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