miércoles, 10 de septiembre de 2008
hasta qué extremos ha llegado el facilismo que introdujo la demagogia populista
Otro hecho reciente corrobora que la toma de edificios escolares es una norma impuesta por alumnos indisciplinados y levantiscos, impulsados por ciertos grupúsculos políticos cuyas anacrónicas "ideologías progresistas" y consignas perimidas procuran infiltrar en la adolescencia y en la juventud, porque, devotos de los regímenes totalitarios y, por lo tanto, enemigos jurados de las libertades individuales conocen muy bien que, con un adoctrinamiento pertinaz de ese sector social que es el futuro, podrán, un día no lejano, consumar aquella abortada revolución de los años 70.....................................................................................................................................Mientras economistas, sociólogos, psicólogos, los autodenominados pedagogos, entre tantos, que fueron asesores o funcionarios coautores de la nefasta ley federal y de su sucedánea, la ley nacional, mientras ellos continúen al frente del comando de la educación, la imperativa necesidad de un cambio no se producirá jamás, porque como en 1945, en 1973, en 1990 y en 2003, serán distintos los protagonistas, pero idéntica su filosofía: reducir el universo intelectual de la juventud, falsificar verdades históricas ya evidentes y, por ende, incontrovertibles, crear una mitología de nuevos héroes para opacar nuestros magnos orígenes, exigir la adscripción al pensamiento único y romper con el mandato de Mayo, como lo demuestra la selección de íconos que representarán al país en la Feria de Frankfort de la cual, y no por azar, quedó excluido el gran Sarmiento, a quien tanto admirara José Martí y Miguel de Unamuno valorara como el mejor escritor hispanohablante del siglo XlX.
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