martes, 23 de septiembre de 2008

La culpa fue del cha, cha, cha: rindamos tributo a Keynes incendiando Wall Street

Pero la izquierda enseguida cae en la tentación de afirmar que estas situaciones de crisis son producto de un exceso de libertad y que, por lo tanto, lo que hay que hacer es introducir factores que la reduzcan, que la mermen, que la encierren bajo siete llaves en la cárcel de lo políticamente correcto. Seguramente eso es lo que propondría John Maynard Keynes, a quien ahora los progresistas recurren como si fuera el Oráculo de Delfos y esgrimen sus escritos como si se tratara de los Libros Sibilinos contra el ultraliberalismo

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