viernes, 29 de agosto de 2008
Guerra digital contra la pobreza
En mi libro El fin de la pobreza , escribí que se puede terminar con la pobreza extrema para el año 2025. Una predicción apresurada, tal vez, en vista de la violencia global, el cambio climático y las amenazas a los suministros de alimentos, energía y agua. Pero las tecnologías de información digital, si están difundidas de manera cooperativa y global, serán nuestras nuevas herramientas más importantes, porque nos permitirán unirnos globalmente en mercados, redes sociales y esfuerzos cooperativos para solucionar nuestros problemas comunes
Absurda elección de íconos culturales
En los últimos tiempos, la Argentina parece empeñada en perder oportunidades. Aunque correspondería decir que son las autoridades argentinas las que suelen despreciar todas y cada una de las ocasiones que se le ofrecen al país de ocupar lugares de importancia, acordes con cierta tradición e historia que cada vez quedan más atrás en el pasado.
jueves, 28 de agosto de 2008
Dos personas condujeron el proceso de Aerolíneas Argentinas durante los últimos cinco años: Néstor Kirchner y Jaime
El peronismo, más aferrado al poder que a la ideología, ya indaga sobre quién o quiénes serán los herederos de los Kirchner. Sabe, con una percepción matemática, que un modelo y una dinastía se han agotado.La administración maquilla sus derrotas. Permitió que le destrozaran el proyecto de compra de Aerolíneas Argentinas en la Cámara de Diputados, no para evitar un fracaso en la votación, sino para esquivar un debate que la hubiera dejado obscenamente desnuda. Los fundamentos de la compra fueron escritos por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y por el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, pero nunca hablaron entre ellos para ponerse de acuerdo. La única coincidencia telepática consistió en abominar de la administración privada de una empresa española.
El ocaso de todos los modelos
Para el autor de esta nota, la causa que hace fracasar todos los intentos es que el país termina siempre gastando más de lo que produce. Rompe, así, la ecuación virtuosa que conduce al desarrollo sostenido.
Aerolíneas Argentinas y la ideología peronista
Esta solución es inviable: pensar que la administración conjunta del Estado y siete sindicatos, seguramente un récord internacional para una empresa del tamaño de Aerolíneas Argentinas, serán capaces de equilibrar las cuentas de la empresa, invertir en modernizar la flota de aviones y atender las necesidades crecientes de transporte aéreo de los argentinos, es una ingenuidad, que además no aprende de nuestra historia de fracasos en materia de empresas públicas.
miércoles, 27 de agosto de 2008
martes, 26 de agosto de 2008
Crímenes impunes de los años 70
Asesinar, secuestrar o dañar a civiles inocentes en un conflicto interno es un imprescriptible crimen de guerra y un abominable delito de lesa humanidad. Esto es siempre así, cualquiera que fuere el autor del crimen, tenga o no vinculación con el Estado
“Si los gobiernos vieran lo que pesa la cultura en el PBI, le prestarían más atención”
Hace años, durante el congreso de editores de buenos aires (1 al 4 de mayo de 2000) un expositor nos dijo que en 2007 se publicaría un diario que traería como titular “Este es el último ejemplar de este periódico en soporte papel”. Esto no ocurrió. Creo que una de las razones es el hardware. Cada vez surgen nuevos e-books y ... para cada uno hay un repertorio de títulos que sirven, otros pueden leerse en otro hardware. El libro no tiene complicaciones, se toma de la estantería y listo.
Aguad pide que Cobos vuelva al radicalismo, junto con Carrió y Lopez Murphy
El presidente del bloque radical de la Cámara de Diputados, Oscar Aguad, dijo ayer que la UCR "necesita de una reorganización que incluya nuevos dirigentes que se sumen a los que están actualmente", e incluso propició el regreso de "referentes como [Julio] Cobos, [Elisa] Carrió y [Ricardo] López Murphy".
lunes, 25 de agosto de 2008
El Gobierno dice que no puede controlar los aportes de campaña
El sector de la salud fue el principal aportante de Cristina, con el 36,5%. Incluye a la empresa de uno de las víctimas del triple crimen. La ministra de Salud, Graciela Ocaña, reconoció hoy que es "muy difícil controlar" a quienes efectúan aportes financieros a las campañas electorales, como hizo el asesinado Sebastián Forza, quien donó 200 mil pesos para la candidatura de Cristina de Kirchner, pero recordó que igualmente a su empresa, el laboratorio Seacamp, le dio de baja cuando constató irregularidades.
Tenemos los cimientos, pero aún nos faltan las columnas del templo cívico de la democracia.
Si el peronismo y el radicalismo se reordenaran como partidos institucionales de intensa vida interna, cabría preguntarse todavía por el lugar que deberían ocupar en el nuevo esquema democrático esas fuerzas vigorosas que han llegado a ser la Coalición Cívica, el Pro que predomina en la Capital y el socialismo que prevalece en Santa Fe. La suma de cinco partidos establecidos y competitivos sería finalmente excesiva en dirección del bipartidismo, pero el camino hacia la simplificación que anhelamos no será instantáneo. Habrá todavía un proceso incierto, engorroso, de luchas internas y de alianzas externas en busca de la nueva conformación política de la cual deberían surgir los liderazgos nacionales de los próximos años. Pero el premio, si lo conseguimos, valdrá la pena. Una Argentina democrática reconstituida en su ordenamiento político podría proveernos en 2011 con esas columnas del templo democrático que aún no nos amparan.
Lo que nadie se anima a decir sobre Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas fue siempre un problema, tanto cuando fue estatal, como cuando fue privada. Siempre fue una empresa muy ineficiente, con vocación monopólica, con sindicatos que nunca se preocuparon por la calidad del servicio y la eficiencia sino exclusivamente por sus ventajas laborales; y con dirigentes empresariales, en sus dos etapas, que no demostraron capacidad y mucho menos eficiencia. Sobre su honestidad, prefiero no opinar, porque no me gusta hacer acusaciones sin pruebas concretas. Pero me da la impresión que hubo corrupción empresaria de todos los colores.
domingo, 24 de agosto de 2008
No se trata de que Brasil ya no quiera ser nuestro socio, se trata de que cada día resulta más difícil tratarnos como iguales
La queja extemporizada por lo que aún se conoce como nuestra Cancillería, apenas encubre una transferencia a la política exterior de la paranoia ideológica interna contra quienes trabajan, progresan y ganan dinero.
La esencia de la idea contenida en las palabras originales se desvirtuó completamente.
Este esquema de diferenciación que distingue entre la igualdad inicial y la desigualdad de curso y de llegada, no fue comprendido entre nosotros. La mezcolanza reemplazó al conjunto, la muchedumbre a la comunidad y lo colectivo al individuo. El resultado está a la vista. Si alguna profundización de este desquicio necesitaba la Argentina ella llegó de la mano del kirchnerato. Incentivador de la igualdad pobre, de la miseria repartida y de la jerarquía ausente, el sistema implementado por Kirchner ha sumido al país en una “proletariez” artificial, incompatible con la posibilidades del país y tan impostada como sus mocasines de Guido, sus lapiceras Bic, sus sacos desabotonados y su fortuna de millones.
jueves, 21 de agosto de 2008
UNA ECUACIÓN QUE NO CIERRA
UNA ECUACIÓN QUE NO CIERRA
Los datos de los valores de las commodities no son alentadores en punto al sostenimiento de un modelo que consideramos agotado hace bastante tiempo. La realidad económica internacional en lo referente a commodities es realmente desalentadora.Por Héctor Blas Trillo Algunos valores muestran a las claras una caída de proporciones, y por lo tanto se deteriora la posibilidad de financiar el gasto o la obra pública con superávit fiscal proveniente de las llamadas retenciones a las exportaciones.ALGUNAS CIFRASDiego Cabo y CArlos Manzoni publicaron el domingo un interesante trabajo en el diario La Nación en el cual hacen referencia a la caída de los precios de las materias primas en el mercado internacional. El barril de petróleo luego de alcanzar los 147 dólares el 11 de julio, quedó por debajo de 114 dólares el último viernes. El oro, luego de pasar los 1.000 dólare, cayó a sólo 792,10 la onza troy, también el viernes. Esta última cifra es 22,40 dólares menor que la del jueves pasado. La plata cayó un 12%, el maíz bajó más del 30% desde comienzos de julio y la soja cerró ese día en Rosario a $ 820 la tonelada, luego de haber llegado a $ 1.163.- el 6 de febrero. En el mercado de futuros de Chicago, la oleaginosa pasó de 604,04 dólares el 4 de julio, a 445,15 unidades de dicha moneda, siempre el viernes pasado. LAS CUENTAS NO DAN Como es sabido, el superávit fiscal argentino no responde a una genuina política de mejoramiento de la productividad e incremento de la eficiencia. En absoluto. En todo caso los bolsones de mejoras en estos parámetros se han dado en los sectores de mayor rentabilidad, es decir en la producción de oleaginosas y granos en general. Y no por efecto de una política fiscal adecuada sino antes bien pese a la presión fiscal y las dificultades francamente incomprensibles impuestas por funcionarios ineptos y prepotentes.Si tomamos en cuenta que más del 80% del superávit fiscal primario está basado en los impuestos a las exportaciones, denominados retenciones de manera eufemística, podemos observar que la merma en la recaudación que la sóla baja de los precios mencionada produce resulta más que significativa. Es que la recaudación estimada proveniente de dichas retenciones es del orden de los 11.000 millones de dólares, solamente si tomamos en consideración la soja, el maíz y el girasol. Si agregamos la producción pecuaria estamos en cifras que superan los 13.000 millones de la moneda norteamericana. Y del sector sojero provienen U$S 8.600 millones. Hay que decir que los precios actuales no son malos si los comparamos con los vigentes a fines de 2006, pero lamentablemente el proceso inflacionario existente, producto de la emisión de moneda para sostener el cambio, está produciendo estragos en materia de costos para los productores, a lo que se suma la baja en el tipo de cambio producida en los últimos meses, luego de años de no acompañar el ritmo inflacionario real.El gasto público ha crecido de manera descomunal, muy por encima de la inflación real. A ello han contribuido la impresionante maraña de subsidios crecientes y las necesidades energéticas que obligan a gastar ingentes sumas en importaciones de fueloil, gas, gas licuado, usinas móviles y toda una gama de salvatajes a los que debe recurrirse sistemáticamente y cada vez más asiduamente y en mayor cantidad en la medida en que la infraestructura existente no resiste el crecimiento económico operado. Y no resiste no sólo por tal crecimiento, sino también por la baja de la inversión en general producida en todo lo que tiene que ver con la cuestión energética. Hay que sumar a ello también la inflación, porque es a partir de la necesidad de tapar las subas de precios con ayuda oficial como se disimula la realidad inflacionaria. No es que no suban de precio los pasajes de trenes, colectivos o aviones, por ejemplo, es que el Estado paga la diferencia. Lo cual equivale a decir que sí suben pero no se registra tal suba. IMPROVISACIONESLo ocurrido con los bonos vendidos a Venezuela a tasas francamente leoninas y la posterior recompra de títulos para tratar de corregir el error muestra un grado de improvisación notable. El desconomiento, la impericia, y otras falencias se han sumado a este hecho. Por lo que se sabe y se ha publicado, fue el ministro De Vido quien desde el Ministerio de Planeamiento decidió esa venta, pasando por encima del ministro de economía (prácticamente dibujado) y también del presidente del Banco Central. Otras veces hemos señalado que en un modelo intervencionista como el que vivimos, algunos funcionarios cuentan con el poder necesario para inmiscuirse en la compraventa de bonos, en la producción de leche, en la exploración petrolera, en la fabricación de tortas de chocolate o en lo que se les ocurra. Basta oirlos hablar como si de todo ello supieran y fueran exitosos productores para comprender en dónde estamos parados en este punto.Los arrebatos de Guillermo Moreno han sido señalados en esta columna hasta el cansancio. Pero este funcionario ha contado con el aval del matrimonio presidencial, que a estas alturas parece haber creído a pies juntillas que la economía se maneja a palos y con un proverbial revólver sobre la mesa. Más los consabidos insultos a los que se agregan impresentables actos públicos con gente arreada luego de recibir los planes de ayuda correspondientes.El elocuente despropósito de la intervención en el Indec nos acerca lamentablemente a aquel viejo concepto de la república bananera, que como se sabe proviene de un viejo film del realizador Woody Allen, titulado Bananas, precisamente. Pero si el despropósito es de por sí tragicómico, la insistencia en él conlleva una especie de ceguera intelectual de una gravedad inusitada.No pretendemos que un personaje ignorante y prepotente cambie su modo de ser. Alguna vez el ex ministro Lavagna señaló en un reportaje que él no permitía el ingreso de Moreno a su piso del Ministerio porque era un individuo que cuando alguien se acercaba a hablarle le pedía que se pusiera firme. Contar esto y mostrar un patetismo inconmensurable es lo mismo. Y Lavagna lo contó en un reportaje radial que oyeron nuestros propios oídos. ASIGNATURAS PENDIENTES Obviamente que corregir el problema del Indec es un elemento fundamental, pero está en la superficie de la cuestión. Equivale a arreglar el termómetro, por decirlo así.Pero resolver el problema de la inflación implica la corrección profunda del modelo elegido. Mejorar la productividad y la eficiencia. Terminar con los subsidios y el gasto público excesivo. Bajar progresivamente las retenciones a las exportaciones y no comprar dólares a precios superiores a los del mercado mediante emisión espuria de moneda. Una apertura progresiva de la economía dentro del marco de la legalidad y, llegado el caso, el antidumping, para favorecer la competencia, y un tipo de cambio fijado libremente. El trabajo por hacer es inmenso y su repercusión social puede ser enorme. Pero no hacerlo implicará continuar la espiral inflacionaria, desacelerar la economía, bajar la calidad de vida y aumentar los índices de pobreza de manera dramática. La postergadísima reforma del Estado debería estar también en el centro de la gravedad del sistema. No es posible que todo lo vinculado a lo público en la Argentina sea pagado dos y tres veces (seguridad, salud, educación). Tampoco es razonable que Nación, provincias y municipios se carguen de las llamadas capas geológicas de empleados. El límite debería provenir de la propia Constitución y ser taxativo y específico por la vía reglamentaria. La ineficiencia es el cáncer que afecta la productividad. Y éste gobierno ha pretendido resolverla mediante el llamado tipo de cambio competitivo. Es decir, sin generar competitividad sino inventándola con un artilugio monetario. Inflacionario desde el vamos. Ciertos puntos son a nuestro entender básicos, pero dudamos que se lleven a la práctica, lamentablemente. En la Argentina actual un productor agrario recibe $ 1,80 por dólar aproximadamente y en promedio, mientras que un industrial recibe 3,05. Esto y decir que el primero sostiene al segundo es lo mismo. Y esto hay que cambiarlo.Arreglar con el Club de París es algo que vienen reclamando todos los foros económicos, excepto algunos grupos oficialistas cuyos razonamientos no llegan a concretarse nunca, ya que se detienen en intentos descalificatorios de quienes sí razonan respecto de la necesidad de abrir la financiación internacional, hoy reducida a un sólo país: Venezuela. Resolver el problema de los llamados Holdouts , es decir de aquellos acreedores que no ingresaron en el canje de deuda del año 2005 y que fueron borrados literalmente del monto de la deuda pública, es el otro aspecto que hay que resolver con premura. Mientras no se arribe a un acuerdo con este sector, siempre estará la espada de Damocles sobre la cabeza de cualquier operatoria internacional de nuestro país. Como se sabe, los intentos de embargos se multiplican por el mundo contra intereses argentinos, con lo cual las limitaciones en la actividad financiera son evidentes. La quita compulsiva de deuda produjo un daño enorme a la credibilidad argentina, pero el literal pelito al campo que se le ha hecho a los bonistas que no aceptaron el canje es absolutamente inmoral y debe corregirse. Hay que tener en cuenta que el proceso de no pago se inició con una verdadera ovación en el Congreso de la Nación visto por todo el planeta. Dar vuelta esa imagen no será tarea sencilla y requirirá varias generaciones, pero es preciso dar muestras de cambios, y no seguir en el mismo tren como si nada hubiera ocurrido. La cuestión energética es un aspecto también gravísimo. Generar inversiones requiere iniciar el camino de la seriedad y de la seguridad jurídica, lo cual a nuestro entender requiere un acuerdo amplio entre los distintos frentes políticos, y no únicamente declamaciones. No es fácil para un país que sistemáticamente ha violado todo tipo de acuerdos, contratos y leyes, decir que ahora no lo hará más. Pero en la agenda está revertir esta incredulidad
DR. HÉCTOR BLAS TRILLO
Fuente: Agrodiario- Estudio Hector Blas Trillo
Los datos de los valores de las commodities no son alentadores en punto al sostenimiento de un modelo que consideramos agotado hace bastante tiempo. La realidad económica internacional en lo referente a commodities es realmente desalentadora.Por Héctor Blas Trillo Algunos valores muestran a las claras una caída de proporciones, y por lo tanto se deteriora la posibilidad de financiar el gasto o la obra pública con superávit fiscal proveniente de las llamadas retenciones a las exportaciones.ALGUNAS CIFRASDiego Cabo y CArlos Manzoni publicaron el domingo un interesante trabajo en el diario La Nación en el cual hacen referencia a la caída de los precios de las materias primas en el mercado internacional. El barril de petróleo luego de alcanzar los 147 dólares el 11 de julio, quedó por debajo de 114 dólares el último viernes. El oro, luego de pasar los 1.000 dólare, cayó a sólo 792,10 la onza troy, también el viernes. Esta última cifra es 22,40 dólares menor que la del jueves pasado. La plata cayó un 12%, el maíz bajó más del 30% desde comienzos de julio y la soja cerró ese día en Rosario a $ 820 la tonelada, luego de haber llegado a $ 1.163.- el 6 de febrero. En el mercado de futuros de Chicago, la oleaginosa pasó de 604,04 dólares el 4 de julio, a 445,15 unidades de dicha moneda, siempre el viernes pasado. LAS CUENTAS NO DAN Como es sabido, el superávit fiscal argentino no responde a una genuina política de mejoramiento de la productividad e incremento de la eficiencia. En absoluto. En todo caso los bolsones de mejoras en estos parámetros se han dado en los sectores de mayor rentabilidad, es decir en la producción de oleaginosas y granos en general. Y no por efecto de una política fiscal adecuada sino antes bien pese a la presión fiscal y las dificultades francamente incomprensibles impuestas por funcionarios ineptos y prepotentes.Si tomamos en cuenta que más del 80% del superávit fiscal primario está basado en los impuestos a las exportaciones, denominados retenciones de manera eufemística, podemos observar que la merma en la recaudación que la sóla baja de los precios mencionada produce resulta más que significativa. Es que la recaudación estimada proveniente de dichas retenciones es del orden de los 11.000 millones de dólares, solamente si tomamos en consideración la soja, el maíz y el girasol. Si agregamos la producción pecuaria estamos en cifras que superan los 13.000 millones de la moneda norteamericana. Y del sector sojero provienen U$S 8.600 millones. Hay que decir que los precios actuales no son malos si los comparamos con los vigentes a fines de 2006, pero lamentablemente el proceso inflacionario existente, producto de la emisión de moneda para sostener el cambio, está produciendo estragos en materia de costos para los productores, a lo que se suma la baja en el tipo de cambio producida en los últimos meses, luego de años de no acompañar el ritmo inflacionario real.El gasto público ha crecido de manera descomunal, muy por encima de la inflación real. A ello han contribuido la impresionante maraña de subsidios crecientes y las necesidades energéticas que obligan a gastar ingentes sumas en importaciones de fueloil, gas, gas licuado, usinas móviles y toda una gama de salvatajes a los que debe recurrirse sistemáticamente y cada vez más asiduamente y en mayor cantidad en la medida en que la infraestructura existente no resiste el crecimiento económico operado. Y no resiste no sólo por tal crecimiento, sino también por la baja de la inversión en general producida en todo lo que tiene que ver con la cuestión energética. Hay que sumar a ello también la inflación, porque es a partir de la necesidad de tapar las subas de precios con ayuda oficial como se disimula la realidad inflacionaria. No es que no suban de precio los pasajes de trenes, colectivos o aviones, por ejemplo, es que el Estado paga la diferencia. Lo cual equivale a decir que sí suben pero no se registra tal suba. IMPROVISACIONESLo ocurrido con los bonos vendidos a Venezuela a tasas francamente leoninas y la posterior recompra de títulos para tratar de corregir el error muestra un grado de improvisación notable. El desconomiento, la impericia, y otras falencias se han sumado a este hecho. Por lo que se sabe y se ha publicado, fue el ministro De Vido quien desde el Ministerio de Planeamiento decidió esa venta, pasando por encima del ministro de economía (prácticamente dibujado) y también del presidente del Banco Central. Otras veces hemos señalado que en un modelo intervencionista como el que vivimos, algunos funcionarios cuentan con el poder necesario para inmiscuirse en la compraventa de bonos, en la producción de leche, en la exploración petrolera, en la fabricación de tortas de chocolate o en lo que se les ocurra. Basta oirlos hablar como si de todo ello supieran y fueran exitosos productores para comprender en dónde estamos parados en este punto.Los arrebatos de Guillermo Moreno han sido señalados en esta columna hasta el cansancio. Pero este funcionario ha contado con el aval del matrimonio presidencial, que a estas alturas parece haber creído a pies juntillas que la economía se maneja a palos y con un proverbial revólver sobre la mesa. Más los consabidos insultos a los que se agregan impresentables actos públicos con gente arreada luego de recibir los planes de ayuda correspondientes.El elocuente despropósito de la intervención en el Indec nos acerca lamentablemente a aquel viejo concepto de la república bananera, que como se sabe proviene de un viejo film del realizador Woody Allen, titulado Bananas, precisamente. Pero si el despropósito es de por sí tragicómico, la insistencia en él conlleva una especie de ceguera intelectual de una gravedad inusitada.No pretendemos que un personaje ignorante y prepotente cambie su modo de ser. Alguna vez el ex ministro Lavagna señaló en un reportaje que él no permitía el ingreso de Moreno a su piso del Ministerio porque era un individuo que cuando alguien se acercaba a hablarle le pedía que se pusiera firme. Contar esto y mostrar un patetismo inconmensurable es lo mismo. Y Lavagna lo contó en un reportaje radial que oyeron nuestros propios oídos. ASIGNATURAS PENDIENTES Obviamente que corregir el problema del Indec es un elemento fundamental, pero está en la superficie de la cuestión. Equivale a arreglar el termómetro, por decirlo así.Pero resolver el problema de la inflación implica la corrección profunda del modelo elegido. Mejorar la productividad y la eficiencia. Terminar con los subsidios y el gasto público excesivo. Bajar progresivamente las retenciones a las exportaciones y no comprar dólares a precios superiores a los del mercado mediante emisión espuria de moneda. Una apertura progresiva de la economía dentro del marco de la legalidad y, llegado el caso, el antidumping, para favorecer la competencia, y un tipo de cambio fijado libremente. El trabajo por hacer es inmenso y su repercusión social puede ser enorme. Pero no hacerlo implicará continuar la espiral inflacionaria, desacelerar la economía, bajar la calidad de vida y aumentar los índices de pobreza de manera dramática. La postergadísima reforma del Estado debería estar también en el centro de la gravedad del sistema. No es posible que todo lo vinculado a lo público en la Argentina sea pagado dos y tres veces (seguridad, salud, educación). Tampoco es razonable que Nación, provincias y municipios se carguen de las llamadas capas geológicas de empleados. El límite debería provenir de la propia Constitución y ser taxativo y específico por la vía reglamentaria. La ineficiencia es el cáncer que afecta la productividad. Y éste gobierno ha pretendido resolverla mediante el llamado tipo de cambio competitivo. Es decir, sin generar competitividad sino inventándola con un artilugio monetario. Inflacionario desde el vamos. Ciertos puntos son a nuestro entender básicos, pero dudamos que se lleven a la práctica, lamentablemente. En la Argentina actual un productor agrario recibe $ 1,80 por dólar aproximadamente y en promedio, mientras que un industrial recibe 3,05. Esto y decir que el primero sostiene al segundo es lo mismo. Y esto hay que cambiarlo.Arreglar con el Club de París es algo que vienen reclamando todos los foros económicos, excepto algunos grupos oficialistas cuyos razonamientos no llegan a concretarse nunca, ya que se detienen en intentos descalificatorios de quienes sí razonan respecto de la necesidad de abrir la financiación internacional, hoy reducida a un sólo país: Venezuela. Resolver el problema de los llamados Holdouts , es decir de aquellos acreedores que no ingresaron en el canje de deuda del año 2005 y que fueron borrados literalmente del monto de la deuda pública, es el otro aspecto que hay que resolver con premura. Mientras no se arribe a un acuerdo con este sector, siempre estará la espada de Damocles sobre la cabeza de cualquier operatoria internacional de nuestro país. Como se sabe, los intentos de embargos se multiplican por el mundo contra intereses argentinos, con lo cual las limitaciones en la actividad financiera son evidentes. La quita compulsiva de deuda produjo un daño enorme a la credibilidad argentina, pero el literal pelito al campo que se le ha hecho a los bonistas que no aceptaron el canje es absolutamente inmoral y debe corregirse. Hay que tener en cuenta que el proceso de no pago se inició con una verdadera ovación en el Congreso de la Nación visto por todo el planeta. Dar vuelta esa imagen no será tarea sencilla y requirirá varias generaciones, pero es preciso dar muestras de cambios, y no seguir en el mismo tren como si nada hubiera ocurrido. La cuestión energética es un aspecto también gravísimo. Generar inversiones requiere iniciar el camino de la seriedad y de la seguridad jurídica, lo cual a nuestro entender requiere un acuerdo amplio entre los distintos frentes políticos, y no únicamente declamaciones. No es fácil para un país que sistemáticamente ha violado todo tipo de acuerdos, contratos y leyes, decir que ahora no lo hará más. Pero en la agenda está revertir esta incredulidad
DR. HÉCTOR BLAS TRILLO
Fuente: Agrodiario- Estudio Hector Blas Trillo
La conformación de su primer gabinete resultó sorpresiva.
El secretario general de Gobierno será Miguel López, un guerrillero durante la década del 70. Como canciller se desempeñará Alejandro Hamed, un hombre que pertenece al mi- núsculo Movimiento al Socialismo, con abiertas simpatías hacia la causa de los palestinos. El ministro del Interior será Rafael Filizzola, otro hombre de la izquierda del país vecino
miércoles, 20 de agosto de 2008
Una oscura sombra se cierne sobre el Gobierno
Parte del financiamiento de la campaña electoral de Cristina Kirchner fue puesta de nuevo en tela de juicio. Está demostrado que entre los principales contribuyentes a ese proselitismo hubo una droguería sospechada por sus vinculaciones con el narcotráfico: Seacamp, de Sebastián Forza, uno de los muertos.
Quo vadis, Argentina? ¿Adónde vas?
A estas alturas, es evidente que al Poder Ejecutivo Nacional y al sector rural los separa una cuestión cultural de fondo. Por un lado, el Gobierno se encuentra atado a esquemas anacrónicos de gestión, retardatarios del progreso y sólo recomendados por ideólogos de un populismo miope y resentido; por el otro, el campo, con los índices más altos de la productividad nacional, reclama libertad para el trabajo y seguridad para las inversiones.
La inflación en los alimentos se combate con más producción
La inflación en los alimentos se combate con más producción, dijo Lula. Y anunció créditos millonarios.
El presidente brasileño, Lula da Silva, aseguró que en su país se aumentará la producción de granos, legumbres y oleaginosas para garantizar la seguridad alimentaria de los brasileños y frenar, así, la inflación. Y recordó que su país ya es el principal productor mundial de alimentos. "La crisis mundial de los alimentos tiene que ser encarada por Brasil como una extraordinaria oportunidad para que el país se convierta en el granero del mundo", dijo Lula. Con pocos días de diferencia, al menos dos veces el presidente brasileño buscó posicionar a su país como principal abastecedor mundial de alimentos. Queremos aumentar la producción de todos los alimentos: de carne, de leche, frijoles, de arroz, porque cuanto más produzcamos tendremos mayor seguridad alimentaria y precio justo, dijo hace pocos días. Lula sostuvo que incrementar la producción de granos permitirá expandir aún más las exportaciones del país. En este momento en que el mundo entero vive un proceso inflacionario por causa de los alimentos, Brasil es el principal país para producir alimentos en el mundo, expresó en el programa radial Café con el Presidente. Empresarios y analistas económicos reiteraron en los últimos días que la inflación en Brasil podría superar la meta de 6,5 % en 2008. Pero Lula Da Silva dijo que la inflación continúa bajo control, está dentro de las metas establecidas por el Gobierno y vamos a trabajar para que siga controlada. El mismo día en que hizo estos anuncios, y en un acto por el 50° aniversario de la empresa Bayer en Brasil, Lula señaló que no fue por casualidad que Bayer creció en todos los rubros de actuación, en la venta de agroquímicos, porque crecieron la agricultura familiar y el agronegocio, y en la venta de plástico, con el alza de la construcción civil y la industria automotriz. Por eso, lejos de dormirse en los laureles, el gobierno de Lula preparó un paquete de apoyo financiero para el campo. En total son US$ 50.000 millones para la próxima zafra, de los cuales US$ 10.000 se destinarán para pequeños productores. Además, desde su Gobierno se descartó que Brasil tome medidas similares a las de Argentina, porque demostraron que no dan resultado, indicaron asesores cercanos al mandatario. De ninguna manera Lula limitará las exportaciones agrícolas ni las gravará con tasas, ya que eso lleva a desorganizar el sector productivo y se convierte en una trampa, dijo el senador oficialista Aloizio Mercadante. Puntualmente, sobre Argentina, el legislador comentó que Lula piensa que las medidas no surtieron el efecto esperado y, en vez de eso, perjudicaron a la actividad económica del país. El presidente puso de manifiesto esas ideas en el marco de una reunión ampliada que mantuvo hace algunos días con su gabinete, en la que se discutió sobre distintas alternativas para contener la inflación en Brasil.
Fuente: Agromeat.com
El presidente brasileño, Lula da Silva, aseguró que en su país se aumentará la producción de granos, legumbres y oleaginosas para garantizar la seguridad alimentaria de los brasileños y frenar, así, la inflación. Y recordó que su país ya es el principal productor mundial de alimentos. "La crisis mundial de los alimentos tiene que ser encarada por Brasil como una extraordinaria oportunidad para que el país se convierta en el granero del mundo", dijo Lula. Con pocos días de diferencia, al menos dos veces el presidente brasileño buscó posicionar a su país como principal abastecedor mundial de alimentos. Queremos aumentar la producción de todos los alimentos: de carne, de leche, frijoles, de arroz, porque cuanto más produzcamos tendremos mayor seguridad alimentaria y precio justo, dijo hace pocos días. Lula sostuvo que incrementar la producción de granos permitirá expandir aún más las exportaciones del país. En este momento en que el mundo entero vive un proceso inflacionario por causa de los alimentos, Brasil es el principal país para producir alimentos en el mundo, expresó en el programa radial Café con el Presidente. Empresarios y analistas económicos reiteraron en los últimos días que la inflación en Brasil podría superar la meta de 6,5 % en 2008. Pero Lula Da Silva dijo que la inflación continúa bajo control, está dentro de las metas establecidas por el Gobierno y vamos a trabajar para que siga controlada. El mismo día en que hizo estos anuncios, y en un acto por el 50° aniversario de la empresa Bayer en Brasil, Lula señaló que no fue por casualidad que Bayer creció en todos los rubros de actuación, en la venta de agroquímicos, porque crecieron la agricultura familiar y el agronegocio, y en la venta de plástico, con el alza de la construcción civil y la industria automotriz. Por eso, lejos de dormirse en los laureles, el gobierno de Lula preparó un paquete de apoyo financiero para el campo. En total son US$ 50.000 millones para la próxima zafra, de los cuales US$ 10.000 se destinarán para pequeños productores. Además, desde su Gobierno se descartó que Brasil tome medidas similares a las de Argentina, porque demostraron que no dan resultado, indicaron asesores cercanos al mandatario. De ninguna manera Lula limitará las exportaciones agrícolas ni las gravará con tasas, ya que eso lleva a desorganizar el sector productivo y se convierte en una trampa, dijo el senador oficialista Aloizio Mercadante. Puntualmente, sobre Argentina, el legislador comentó que Lula piensa que las medidas no surtieron el efecto esperado y, en vez de eso, perjudicaron a la actividad económica del país. El presidente puso de manifiesto esas ideas en el marco de una reunión ampliada que mantuvo hace algunos días con su gabinete, en la que se discutió sobre distintas alternativas para contener la inflación en Brasil.
Fuente: Agromeat.com
Yo hago mucho hincapié en la cultura populista, de la que está muy impregnada nuestra sociedad,
Los argentinos no creemos realmente en la igualdad ante la ley y no hemos incorporado en nuestra cultura la idea de que una prohibición, por sí sola, es suficiente para dejar de hacer lo que nos está vedado
martes, 19 de agosto de 2008
Ganarse el derecho a la República.
A veces la queja agota. Mucha crítica y poca acción. Es tiempo de ocupar los espacios. Cada uno sabe cómo puede sumar.
Ganarse el derecho a la República.
Todo ser humano nace con ciertos derechos naturales. Ellos son los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. Son inherentes al individuo y nadie se los otorga porque preexisten. Tampoco nadie debería quitárselos, aunque lo intentan a diario.
El derecho a la VIDA está implícito en el ser humano. Con él, viene asociado, el derecho a ejercer con LIBERTAD sus decisiones haciéndose cargo de sus consecuencias. De eso se trata la libertad. Elegir y responsabilizarse por lo que ello pueda provocar.
De ese derecho se desprende que el individuo es dueño de su cuerpo, y por ende de lo que genera su singularidad. Así, la PROPIEDAD PRIVADA se desprende como un derecho natural que surge de su vida y su libertad.
Sin embargo, mucha gente, tal vez demasiada, asume que la democracia y la república son derechos que les corresponden así porque sí. Es como que vienen por añadidura. Y hasta creen que se trata de otro derecho natural.
No asumen que esa forma de vida se deriva de un acuerdo social en el que los habitantes de una comunidad pretenden vivir bajo el imperio de la ley, buscando un conjunto de normas que posibiliten la preservación de sus derechos naturales, garantizando la vida, la libertad y la propiedad privada.
Pero esos ciudadanos que asumen esa idea de creer ganado el derecho a la república sin esfuerzo alguno, olvidan que lograrlo, precisa de gente con férreos principios.
No existe república sin republicanos. Para ello, es imprescindible mucha conducta ciudadana que no se agote participando de una votación cada tanto. Esa es una versión muy infantil de la democracia y la república. Además, de conveniente para la partidocracia que promueve esta forma descomprometida de ejercer los derechos.
Después de todo, votar con alguna frecuencia, le permite a la partidocracia ponerse a prueba periódicamente, pero rara vez rendir cuentas de lo hecho, o lo que se ha omitido. Gozar de las ventajas de la República debe ser la consecuencia de un permanente compromiso democrático. Cada uno de nosotros debería luchar activamente por ello, aportando lo que está a nuestro alcance para ejercer nuestra convicción republicana.
No basta con contemplar como suceden las cosas. Tampoco con despotricar contra los que se devoran a diario la república y viven, parasitariamente, de ella.
A muchos políticos populistas, disfrazados de demócratas, les gusta recitar ese simpático discurso, de convocar a la gente a participar de la actividad política. Sostienen, ampulosamente, que los ciudadanos deben involucrarse en la vida de los partidos políticos, sumándose a sus filas para fortalecer la dirigencia y darle sustentabilidad al sistema de partidos.
Suena atractivo y convocante como discurso. Pero una señal contradictoria nos advierte que casi ninguno de ellos, esta dispuesto a ejercer internamente, en sus propios partidos, la democracia de la que tanto hablan. De hecho, eligen los candidatos del primero al último, con una técnica tan inmoral como irresponsable. Otra vez, está allí, el siempre mesiánico "dedo" del líder de turno, que decide quienes son los mejores candidatos para representar a su partido como si fueran propietarios de esa institución a la que tanto prestigio le falta, y a la que tan poco ayudan con sus patéticas prácticas.
Por eso, los ciudadanos deben comprometerse, recurriendo a aquello que mejor pueden hacer, sumando desde donde se sientan más seguros y donde sus talentos puedan aportar mayor calidad a la República. No necesariamente, desde los partidos.
No sólo sumándose a la militancia partidaria se fortalecen las instituciones. Esa es una falacia propia de los que quieren adueñarse de la república. A esos, sólo los obsesiona el acceso al poder y todo lo que se deriva de ello. Saben que la política puede ser una actividad profesional muy rentable cuando se ejerce con cierta perversa inteligencia.
Desde ahí se ofrecen cargos, se establecen impuestos y se distribuyen subsidios. Esa pareceiera ser la especialidad de la política, distribuir el dinero que otros hombres libres han generado con su propio esfuerzo.
Está claro que la política es una herramienta, válida por cierto, para modificar la realidad. Tal vez, cierta cuota de escepticismo provenga de ver cómo tantos que prometen modificar nuestro presente, llegan al poder y olvidan sus convicciones. No sólo no luchan por torcerle el rumbo a los acontecimientos, sino que se pliegan gentilmente frente al poder de turno. Otros, los más, simplemente se resignan a creer que el futuro es sólo una extensión del presente.
Necesitamos ciudadanos comprometidos. La República lo precisa. La militancia no es patrimonio exclusivo de los partidos políticos. NO es esa la única forma de modificar la realidad. Todos debemos aportar para sostener la república, mejorarla y hacerla un instrumento de transformación para provecho de estas generaciones y las venideras.
Hay que entender que contribuir con la república, no es un mero enunciado, requiere de esfuerzos, pero no de los que provienen del sacrificio autoflagelante, sino del que surge de las entrañas y de las más profundas creencias.
Se cambia la historia de una sociedad cuando las convicciones son superiores al conformismo, cuando la sociedad entiende, a través del comportamiento de sus individuos, que algunas cosas deben modificarse para seguir avanzando en el camino de una convivencia pacífica, pero capaz de dejar de lado las injusticias.
La República NO es un derecho natural. Requiere de esfuerzos y compromiso. Incluso aquellos que recitan a diario ser defensores de estas ideas, a veces no aportan ni su tiempo ni su dinero para defender esas causas. Sin embargo, sí lo hacen, depositando dinero en las cuentas bancarias de esos partidos políticos que luego fabrican dirigentes que sólo saben quitarles riquezas a los individuos que las generan con esmero.
Está claro, que la sociedad termina pagando esa falta de compromiso, esa abulia ciudadana de no aportar ni tiempo, ni recursos para apoyar sus creencias. El costo de esta inacción resulta altísimo. Frente a cada crisis económica e institucional se paga esa debilidad, con más impuestos, endeudamiento o inflación. Los argentinos sabemos demasiado de esto.
Lo que parece barato, termina siendo demasiado caro. Dejar que los saqueadores sigan esquilmando a los individuos, aprovechándose de los rudimentos de la democracia, no es el camino. Pero hay que hacerse cargo. Muchos que pueden cambiar el rumbo, no lo hacen. Es más, alimentan a los depredadores de turno brindándoles logística y recursos para que luego, los triunfadores se ufanen de representar a los más.
Cada vez más, la República, merece mayor protagonismo por parte de los ciudadanos. Los individuos debemos merecernos la república y para eso, hemos de estar dispuestos a poner algo más que nuestra queja sistemática e inconducente.
No se puede seguir cediendo espacios a los aprovechadores del poder. La gente debe involucrarse, no sólo en los partidos. Aportar lo que cada uno sabe es la tarea. En cada asociación y en cada barrio, desde la religión y el deporte, en la actividad cultural y social, a través de los medios de comunicación o desde la actividad gremial. Todo suma, todo sirve, pero hay que hacerlo con convicción. La República se construye día a día. Eso precisa de amplitud democrática, tolerancia y respeto por el pensamiento ajeno. La pluralidad no es una opción.
La República, precisa republicanos. No se trata sólo de recitarla asumiéndola como algo que estará allí siempre. Hay que merecerla. Si no hacemos lo suficiente no habrá derecho a reclamar por su ausencia. Si no hacemos lo correcto, no podremos quejarnos por su fragilidad. El derecho a la República, hay que ganárselo.
Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
03783 – 15602694
Corrientes – Corrientes - Argentina
Ganarse el derecho a la República.
Todo ser humano nace con ciertos derechos naturales. Ellos son los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. Son inherentes al individuo y nadie se los otorga porque preexisten. Tampoco nadie debería quitárselos, aunque lo intentan a diario.
El derecho a la VIDA está implícito en el ser humano. Con él, viene asociado, el derecho a ejercer con LIBERTAD sus decisiones haciéndose cargo de sus consecuencias. De eso se trata la libertad. Elegir y responsabilizarse por lo que ello pueda provocar.
De ese derecho se desprende que el individuo es dueño de su cuerpo, y por ende de lo que genera su singularidad. Así, la PROPIEDAD PRIVADA se desprende como un derecho natural que surge de su vida y su libertad.
Sin embargo, mucha gente, tal vez demasiada, asume que la democracia y la república son derechos que les corresponden así porque sí. Es como que vienen por añadidura. Y hasta creen que se trata de otro derecho natural.
No asumen que esa forma de vida se deriva de un acuerdo social en el que los habitantes de una comunidad pretenden vivir bajo el imperio de la ley, buscando un conjunto de normas que posibiliten la preservación de sus derechos naturales, garantizando la vida, la libertad y la propiedad privada.
Pero esos ciudadanos que asumen esa idea de creer ganado el derecho a la república sin esfuerzo alguno, olvidan que lograrlo, precisa de gente con férreos principios.
No existe república sin republicanos. Para ello, es imprescindible mucha conducta ciudadana que no se agote participando de una votación cada tanto. Esa es una versión muy infantil de la democracia y la república. Además, de conveniente para la partidocracia que promueve esta forma descomprometida de ejercer los derechos.
Después de todo, votar con alguna frecuencia, le permite a la partidocracia ponerse a prueba periódicamente, pero rara vez rendir cuentas de lo hecho, o lo que se ha omitido. Gozar de las ventajas de la República debe ser la consecuencia de un permanente compromiso democrático. Cada uno de nosotros debería luchar activamente por ello, aportando lo que está a nuestro alcance para ejercer nuestra convicción republicana.
No basta con contemplar como suceden las cosas. Tampoco con despotricar contra los que se devoran a diario la república y viven, parasitariamente, de ella.
A muchos políticos populistas, disfrazados de demócratas, les gusta recitar ese simpático discurso, de convocar a la gente a participar de la actividad política. Sostienen, ampulosamente, que los ciudadanos deben involucrarse en la vida de los partidos políticos, sumándose a sus filas para fortalecer la dirigencia y darle sustentabilidad al sistema de partidos.
Suena atractivo y convocante como discurso. Pero una señal contradictoria nos advierte que casi ninguno de ellos, esta dispuesto a ejercer internamente, en sus propios partidos, la democracia de la que tanto hablan. De hecho, eligen los candidatos del primero al último, con una técnica tan inmoral como irresponsable. Otra vez, está allí, el siempre mesiánico "dedo" del líder de turno, que decide quienes son los mejores candidatos para representar a su partido como si fueran propietarios de esa institución a la que tanto prestigio le falta, y a la que tan poco ayudan con sus patéticas prácticas.
Por eso, los ciudadanos deben comprometerse, recurriendo a aquello que mejor pueden hacer, sumando desde donde se sientan más seguros y donde sus talentos puedan aportar mayor calidad a la República. No necesariamente, desde los partidos.
No sólo sumándose a la militancia partidaria se fortalecen las instituciones. Esa es una falacia propia de los que quieren adueñarse de la república. A esos, sólo los obsesiona el acceso al poder y todo lo que se deriva de ello. Saben que la política puede ser una actividad profesional muy rentable cuando se ejerce con cierta perversa inteligencia.
Desde ahí se ofrecen cargos, se establecen impuestos y se distribuyen subsidios. Esa pareceiera ser la especialidad de la política, distribuir el dinero que otros hombres libres han generado con su propio esfuerzo.
Está claro que la política es una herramienta, válida por cierto, para modificar la realidad. Tal vez, cierta cuota de escepticismo provenga de ver cómo tantos que prometen modificar nuestro presente, llegan al poder y olvidan sus convicciones. No sólo no luchan por torcerle el rumbo a los acontecimientos, sino que se pliegan gentilmente frente al poder de turno. Otros, los más, simplemente se resignan a creer que el futuro es sólo una extensión del presente.
Necesitamos ciudadanos comprometidos. La República lo precisa. La militancia no es patrimonio exclusivo de los partidos políticos. NO es esa la única forma de modificar la realidad. Todos debemos aportar para sostener la república, mejorarla y hacerla un instrumento de transformación para provecho de estas generaciones y las venideras.
Hay que entender que contribuir con la república, no es un mero enunciado, requiere de esfuerzos, pero no de los que provienen del sacrificio autoflagelante, sino del que surge de las entrañas y de las más profundas creencias.
Se cambia la historia de una sociedad cuando las convicciones son superiores al conformismo, cuando la sociedad entiende, a través del comportamiento de sus individuos, que algunas cosas deben modificarse para seguir avanzando en el camino de una convivencia pacífica, pero capaz de dejar de lado las injusticias.
La República NO es un derecho natural. Requiere de esfuerzos y compromiso. Incluso aquellos que recitan a diario ser defensores de estas ideas, a veces no aportan ni su tiempo ni su dinero para defender esas causas. Sin embargo, sí lo hacen, depositando dinero en las cuentas bancarias de esos partidos políticos que luego fabrican dirigentes que sólo saben quitarles riquezas a los individuos que las generan con esmero.
Está claro, que la sociedad termina pagando esa falta de compromiso, esa abulia ciudadana de no aportar ni tiempo, ni recursos para apoyar sus creencias. El costo de esta inacción resulta altísimo. Frente a cada crisis económica e institucional se paga esa debilidad, con más impuestos, endeudamiento o inflación. Los argentinos sabemos demasiado de esto.
Lo que parece barato, termina siendo demasiado caro. Dejar que los saqueadores sigan esquilmando a los individuos, aprovechándose de los rudimentos de la democracia, no es el camino. Pero hay que hacerse cargo. Muchos que pueden cambiar el rumbo, no lo hacen. Es más, alimentan a los depredadores de turno brindándoles logística y recursos para que luego, los triunfadores se ufanen de representar a los más.
Cada vez más, la República, merece mayor protagonismo por parte de los ciudadanos. Los individuos debemos merecernos la república y para eso, hemos de estar dispuestos a poner algo más que nuestra queja sistemática e inconducente.
No se puede seguir cediendo espacios a los aprovechadores del poder. La gente debe involucrarse, no sólo en los partidos. Aportar lo que cada uno sabe es la tarea. En cada asociación y en cada barrio, desde la religión y el deporte, en la actividad cultural y social, a través de los medios de comunicación o desde la actividad gremial. Todo suma, todo sirve, pero hay que hacerlo con convicción. La República se construye día a día. Eso precisa de amplitud democrática, tolerancia y respeto por el pensamiento ajeno. La pluralidad no es una opción.
La República, precisa republicanos. No se trata sólo de recitarla asumiéndola como algo que estará allí siempre. Hay que merecerla. Si no hacemos lo suficiente no habrá derecho a reclamar por su ausencia. Si no hacemos lo correcto, no podremos quejarnos por su fragilidad. El derecho a la República, hay que ganárselo.
Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
03783 – 15602694
Corrientes – Corrientes - Argentina
El fin del relato
PERFIL
columnistas
El fin del relato
Por Jorge Fontevecchia 16.08.2008 05:03
Lo que se agotó no fue el modelo K: fue el relato. Quizá el modelo era sólo un relato. Quizá el modelo menemista también fue sólo un relato, y por eso también se agotó. Quizá nunca tuvimos modelos y los reemplazamos siempre con relatos, y por eso tuvieron que ser lo suficientemente hipnóticos como para tapar la carencia de modelos reales. Relatos así, que sustituyen a un plan integral, tienen que calar hondo. No se trata meramente de acumular símbolos aislados, como las ojotas del recientemente asumido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, o el saco oriental de Evo Morales, ni tampoco de crear una ficticia idea de acción llevando a la Presidenta a inaugurar todos los días una obra, aunque sea de importancia municipal o aún no esté terminada. Crear un relato que penetre y atraviese toda la política y la economía no depende de un solo componente. Mínimamente, se necesita la conjunción de un fracaso previo que haya generado una frustración enorme en la sociedad, una tendencia internacional a la cual referenciarse y un comunicador que sintetice. En los 90, Neustadt hizo de catalizador del relato menemista, pero existía un renacimiento mundial de ideas conservadoras (aquí se las sigue confundiendo con el liberalismo) encarnadas en personajes como Margaret Thatcher y Ronald Reagan, el comunismo se derrumbaba y nuestras heridas abiertas por la hiperinflación del final de Alfonsín predisponían al cambio drástico. Lo mismo sucedió en 2003, cuando varios intelectuales ligados al diario Página/12 produjeron la síntesis, pero existía en el mundo una corriente económica revisionista de la globalización (que encarnaba, entre otros, Joseph Stiglitz), megadevaluaciones en los grandes países emergentes –Tailandia, Rusia, Brasil, antes México y finalmente la Argentina–, mientras la mayor crisis económica de nuestra historia nos predisponía, como a todo enfermo terminal, a aferrarnos a cualquier idea que mitigara nuestro dolor. En estas tierras arrasadas y con pobladores exhaustos, Menem y Kirchner esparcieron su relato con extrema facilidad. Para el primero, los culpables de todo eran los que se habían “quedado en el 45”, los estatistas y el presidente anterior –Alfonsín–, que fue demonizado porque sus simpatizantes conformaban una mafia siniestra llamada la Coordinadora; pero, gracias a su nuevo modelo, la Argentina iba camino a ser, sin escalas, parte del Primer Mundo. Para el segundo, los culpables de todo eran los que en los 70 aborrecieron a la guerrilla, milicos y oligarcas cuyas ideas económicas continuaron gobernando el país las últimas tres décadas ininterrumpidamente; pero, gracias a su nuevo modelo, la Argentina crecería a tasas chinas, sin parar, durante 16 años. Menem y Kirchner –por lo menos, al principio de su mandato– sabían que su relato no era cierto. Que ellos mismos habían sido parte de lo que ahora venían a cambiar con la furia del converso: Menem, del peronismo cavernícola de Guardia de Hierro, y Kirchner, el más cavallista y privatizador de los gobernadores. Una historia será inicialmente aceptada si es útil y está bien contada, más aún en los momentos de extrema necesidad. Pero luego perderá su fuerza catequizadora, porque –como en ciertas relaciones humanas– la repetición aburre, la audiencia se recupera y está menos predispuesta, y deja de ser útil porque el paso del tiempo confirma que los enunciados del relato no se corresponden con los resultados. Cuando eso sucede, hay que aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto, potenciando sus resultados negativos. Allí, el abuso y la exageración del relato comienzan a irritar: lo que empezó a ocurrir con el matrimonio presidencial en 2008 y con Menem en 1997. Cuando Cristina Kirchner dijo: “Todos somos Aerolíneas Argentinas” al anunciar su estatización, en lugar de lograr el efecto emotivo que buscaba obtuvo el opuesto. Todavía no llegó a cosechar la incredulidad de aquellos otros aviones que saldrían a la atmósfera desde La Quiaca y llegarían a Japón en menos de una hora, con los que Menem exacerbaba su patético primermundismo; pero si continúa sin registrar que su épica setentista quedó obsoleta y se empeña por otros medios en continuar con el mismo estilo de relato con el que se estrelló durante la crisis del campo, más tarde o más temprano caerá en situaciones igualmente patéticas. Hace tres años, la aparición de las Madres de Plaza de Mayo junto a los Kirchner legitimaba la autoridad moral del matrimonio presidencial. Pero hoy logra lo contrario, porque el abuso de ese recurso no sólo vació de contenido la gesta de su defensa de los derechos humanos, sino que la contaminó, degradándola con su propio utilitarismo. Salvando las distancias, también Menem se aprovechó de la modernización, y algo que era valioso e imprescindible para el país fue convertido en hueca máscara estigmatizada ante las mayorías. Ni Menem era moderno, y muchísimo menos liberal, sino un clásico caudillo conservador del interior como Saadi, Romero o Rodríguez Saá, ni Kirchner un progresista demócrata preocupado por el respeto de los más altos valores de la humanidad: también él es un clásico caudillo conservador típico de las provincias donde el empleo público es una de las pocas posibilidades de subsistencia para sus habitantes y donde los gobernadores se acostumbraron a manejarse como señores feudales. Los dos se pusieron un traje que no resultaba natural, y de ahí las continuas sobreactuaciones orientadas a disimular el disfraz. Luego, como sostenía Lacan, una máscara, de tanto usarse, termina adhiriéndose a la piel y la persona suele transformarse en aquello que simula. Pero nunca será real: siempre quedarán agujeros y nudos enredados que desembocarán en algún grado de afectación. Por esos agujeros, los ciudadanos comienzan a percibir que algo inadecuado se trasluce, y –como en la magia– una vez que el truco es descubierto, ya no vuelven a creerles ni aunque digan la verdad. Las mentiras, las exageraciones, son parte de ella y tienen ese costo; ahorran mucho esfuerzo al comienzo, pero lo multiplican en exceso después, como si se tratara de intereses usurarios por el tiempo ganado o un trueque con el diablo que, a cambio de diez años más de juventud, se cobra luego con la estadía eterna en el infierno. Esa es la deficiencia de los relatos: siempre son más fáciles de construir que los modelos, pero no son autosustentables. Si Menem, en lugar de jugar al golf y visitar a Bush padre o a Clinton, se hubiese dedicado a la más difícil tarea de construir un capitalismo clásico, sin déficit ni su consecuente endeudamiento, promoviendo la competencia y el aumento de productividad –declamaciones con las que se llenaba la boca, pero nunca practicó–, la Argentina habría tenido un modelo, no meramente un relato. Lo mismo si Kirchner, en lugar de concentrar el poder económico y político en él y en un puñado de amigos, se hubiese dedicado a atacar la inflación, principal causa del actual empeoramiento de la redistribución de la riqueza, hoy tendríamos esa sociedad más equitativa que él mismo expone como su mayor prioridad personal. Cuando se utilizan las palabras sustituyendo las acciones o el relato encubre un modelo inexistente o falso, tarde o temprano la construcción se derrumba. Una vez será porque devaluó Brasil, otra por la crisis del campo, pero la verdadera causa será siempre que se puso más énfasis en el relato que en el modelo, en lo aparente que en lo real y en la velocidad que en la solidez.
columnistas
El fin del relato
Por Jorge Fontevecchia 16.08.2008 05:03
Lo que se agotó no fue el modelo K: fue el relato. Quizá el modelo era sólo un relato. Quizá el modelo menemista también fue sólo un relato, y por eso también se agotó. Quizá nunca tuvimos modelos y los reemplazamos siempre con relatos, y por eso tuvieron que ser lo suficientemente hipnóticos como para tapar la carencia de modelos reales. Relatos así, que sustituyen a un plan integral, tienen que calar hondo. No se trata meramente de acumular símbolos aislados, como las ojotas del recientemente asumido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, o el saco oriental de Evo Morales, ni tampoco de crear una ficticia idea de acción llevando a la Presidenta a inaugurar todos los días una obra, aunque sea de importancia municipal o aún no esté terminada. Crear un relato que penetre y atraviese toda la política y la economía no depende de un solo componente. Mínimamente, se necesita la conjunción de un fracaso previo que haya generado una frustración enorme en la sociedad, una tendencia internacional a la cual referenciarse y un comunicador que sintetice. En los 90, Neustadt hizo de catalizador del relato menemista, pero existía un renacimiento mundial de ideas conservadoras (aquí se las sigue confundiendo con el liberalismo) encarnadas en personajes como Margaret Thatcher y Ronald Reagan, el comunismo se derrumbaba y nuestras heridas abiertas por la hiperinflación del final de Alfonsín predisponían al cambio drástico. Lo mismo sucedió en 2003, cuando varios intelectuales ligados al diario Página/12 produjeron la síntesis, pero existía en el mundo una corriente económica revisionista de la globalización (que encarnaba, entre otros, Joseph Stiglitz), megadevaluaciones en los grandes países emergentes –Tailandia, Rusia, Brasil, antes México y finalmente la Argentina–, mientras la mayor crisis económica de nuestra historia nos predisponía, como a todo enfermo terminal, a aferrarnos a cualquier idea que mitigara nuestro dolor. En estas tierras arrasadas y con pobladores exhaustos, Menem y Kirchner esparcieron su relato con extrema facilidad. Para el primero, los culpables de todo eran los que se habían “quedado en el 45”, los estatistas y el presidente anterior –Alfonsín–, que fue demonizado porque sus simpatizantes conformaban una mafia siniestra llamada la Coordinadora; pero, gracias a su nuevo modelo, la Argentina iba camino a ser, sin escalas, parte del Primer Mundo. Para el segundo, los culpables de todo eran los que en los 70 aborrecieron a la guerrilla, milicos y oligarcas cuyas ideas económicas continuaron gobernando el país las últimas tres décadas ininterrumpidamente; pero, gracias a su nuevo modelo, la Argentina crecería a tasas chinas, sin parar, durante 16 años. Menem y Kirchner –por lo menos, al principio de su mandato– sabían que su relato no era cierto. Que ellos mismos habían sido parte de lo que ahora venían a cambiar con la furia del converso: Menem, del peronismo cavernícola de Guardia de Hierro, y Kirchner, el más cavallista y privatizador de los gobernadores. Una historia será inicialmente aceptada si es útil y está bien contada, más aún en los momentos de extrema necesidad. Pero luego perderá su fuerza catequizadora, porque –como en ciertas relaciones humanas– la repetición aburre, la audiencia se recupera y está menos predispuesta, y deja de ser útil porque el paso del tiempo confirma que los enunciados del relato no se corresponden con los resultados. Cuando eso sucede, hay que aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto, potenciando sus resultados negativos. Allí, el abuso y la exageración del relato comienzan a irritar: lo que empezó a ocurrir con el matrimonio presidencial en 2008 y con Menem en 1997. Cuando Cristina Kirchner dijo: “Todos somos Aerolíneas Argentinas” al anunciar su estatización, en lugar de lograr el efecto emotivo que buscaba obtuvo el opuesto. Todavía no llegó a cosechar la incredulidad de aquellos otros aviones que saldrían a la atmósfera desde La Quiaca y llegarían a Japón en menos de una hora, con los que Menem exacerbaba su patético primermundismo; pero si continúa sin registrar que su épica setentista quedó obsoleta y se empeña por otros medios en continuar con el mismo estilo de relato con el que se estrelló durante la crisis del campo, más tarde o más temprano caerá en situaciones igualmente patéticas. Hace tres años, la aparición de las Madres de Plaza de Mayo junto a los Kirchner legitimaba la autoridad moral del matrimonio presidencial. Pero hoy logra lo contrario, porque el abuso de ese recurso no sólo vació de contenido la gesta de su defensa de los derechos humanos, sino que la contaminó, degradándola con su propio utilitarismo. Salvando las distancias, también Menem se aprovechó de la modernización, y algo que era valioso e imprescindible para el país fue convertido en hueca máscara estigmatizada ante las mayorías. Ni Menem era moderno, y muchísimo menos liberal, sino un clásico caudillo conservador del interior como Saadi, Romero o Rodríguez Saá, ni Kirchner un progresista demócrata preocupado por el respeto de los más altos valores de la humanidad: también él es un clásico caudillo conservador típico de las provincias donde el empleo público es una de las pocas posibilidades de subsistencia para sus habitantes y donde los gobernadores se acostumbraron a manejarse como señores feudales. Los dos se pusieron un traje que no resultaba natural, y de ahí las continuas sobreactuaciones orientadas a disimular el disfraz. Luego, como sostenía Lacan, una máscara, de tanto usarse, termina adhiriéndose a la piel y la persona suele transformarse en aquello que simula. Pero nunca será real: siempre quedarán agujeros y nudos enredados que desembocarán en algún grado de afectación. Por esos agujeros, los ciudadanos comienzan a percibir que algo inadecuado se trasluce, y –como en la magia– una vez que el truco es descubierto, ya no vuelven a creerles ni aunque digan la verdad. Las mentiras, las exageraciones, son parte de ella y tienen ese costo; ahorran mucho esfuerzo al comienzo, pero lo multiplican en exceso después, como si se tratara de intereses usurarios por el tiempo ganado o un trueque con el diablo que, a cambio de diez años más de juventud, se cobra luego con la estadía eterna en el infierno. Esa es la deficiencia de los relatos: siempre son más fáciles de construir que los modelos, pero no son autosustentables. Si Menem, en lugar de jugar al golf y visitar a Bush padre o a Clinton, se hubiese dedicado a la más difícil tarea de construir un capitalismo clásico, sin déficit ni su consecuente endeudamiento, promoviendo la competencia y el aumento de productividad –declamaciones con las que se llenaba la boca, pero nunca practicó–, la Argentina habría tenido un modelo, no meramente un relato. Lo mismo si Kirchner, en lugar de concentrar el poder económico y político en él y en un puñado de amigos, se hubiese dedicado a atacar la inflación, principal causa del actual empeoramiento de la redistribución de la riqueza, hoy tendríamos esa sociedad más equitativa que él mismo expone como su mayor prioridad personal. Cuando se utilizan las palabras sustituyendo las acciones o el relato encubre un modelo inexistente o falso, tarde o temprano la construcción se derrumba. Una vez será porque devaluó Brasil, otra por la crisis del campo, pero la verdadera causa será siempre que se puso más énfasis en el relato que en el modelo, en lo aparente que en lo real y en la velocidad que en la solidez.
sábado, 16 de agosto de 2008
"Botnia no sólo no contamina: también mejora el agua"
-El balance que hemos hecho nosotros, así como técnicos a nivel internacional de control medioambiental, ha demostrado que, funcionando ya desde hace unos meses casi a un 100%, Botnia no contamina. Y no sólo no contamina, sino que el agua que ingresa para la utilización industrial y luego sale tratada nuevamente hacia el río Uruguay sale en mejores condiciones medioambientales que cuando ingresa. Habíamos solicitado cuando llegamos al gobierno un informe de técnicos a un instituto noruego de medio ambiente para que nos informaran, porque estábamos ante un hecho consumado de la instalación de estas plantas. Y el informe que recibimos de estos técnicos nos aseguraba que con la tecnología moderna, de última generación, Botnia no iba a contaminar. Además, Uruguay había adoptado los controles dispuestos por la Unión Europea.
viernes, 15 de agosto de 2008
Un intento frustrado por la gente
Por algo el más astuto -y menos condicionado- “Lula” no intentó ser también él de la frustrada partida. Esta vez no había motivo real como cuando anunció el financiamiento del primer corredor carretero bi-oceánico. Era todo “humo”. Lula sabe cuál es el costo de “echar leña al fuego”. Y esta vez quiso “no quedar pegado”. Juega en otra “liga”, la del mundo. Y puede mirar más allá de la región. Nosotros, no.
jueves, 14 de agosto de 2008
El problema del pintoresco ministro en funciones es que los números no le están cerrando
En cambio, la estrategia argentina de morenizar la economía y de chavizar la política exterior ha construido la peor semana económica y bursátil desde la gran crisis de principios de siglo. La Argentina vive también el momento de mayor aislamiento internacional desde el festivo default de aquella era feroz y encarnizada.
El eje Duhalde-De Mendiguren y una nueva devaluación
La falta de competitividad es la excusa. Un sector de la Unión Industrial Argentina liderado por el ex ministro José Ignacio de Mendiguren, y el ex presidente Eduardo Duhalde, lanzaron una ofensiva común para que el gobierno nacional devalúe -otra vez- la moneda.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Danza de nombres
¿Están dispuestos los Kirchner a modificar su política económica abriendo espacio a la iniciativa privada allí donde sólo reina, cada vez con más dificultades, la intervención del Tesoro? ¿Admite el pasable populismo que cultiva el matrimonio un blanqueo de las estadísticas sobre inflación y crecimiento? ¿Podría ser sometida a corrección una política exterior cuyo rasgo más llamativo es el alineamiento, más financiero que ideológico, con el "socialismo del siglo XXI" de Hugo Chávez? Son los interrogantes cruciales que plantea el trance crítico por el que atraviesa la economía argentina.
domingo, 10 de agosto de 2008
El referéndum, una tentación para los gobiernos populistas
Históricamente, la democracia plebiscitada se dio luego de que se desgastaran los mecanismos normales de gobierno.
sábado, 9 de agosto de 2008
La politica orgiástica de las subvenciones kirchneristas. La Patria Subsidiadora
Menciónase a la orgía como un desenfreno en la satisfacción de los deseos y las pasiones. La fiesta dionisíaca comenzó en “la Argentina río revuelto” en torno y con posterioridad al golpe de estado contra el presidente De la Rúa, seguido de inmediato por una bufonesca sobreactuación del default teatralizado entre Rodríguez Saá y la parte bullanguera del Congreso Nacional, después las anacrónicas “soluciones” de Eduardo Duhalde y Remes Lenicov mediante la audacia de trastrocar la escasa confianza que podía sobrevivir en un país alterado por la crisis institucional.
Las trasnochadas asambleas legislativas no hicieron otra cosa que transformar a la herida nación en una bolsa de gatos manejada por los caudillejos unidos del Gran Buenos Aires y las corporaciones sindicales.Únicos bastiones de poder dispuestos a articular una política improvisada, sin brillo ni imaginación, con el sólo objetivo de construir el poder por el poder mismo. La devaluación y la pesificación asimétrica -todo el esfuerzo premeditadamente centrado en la cuestión de las finanzas públicas- alejaba a la comunidad de la única posibilidad de acercarse en la búsqueda de la panacea para sus males. Fue la consolidación del desastre. Lo que se dio en llamar sin gracia alguna: la caída hasta el tercer subsuelo.En ese escenario, ni Duhalde ni Kirchner se atrevieron a enfrentar la realidad. Sólo pensaban en dominar la ilusa caja mágica de la administración del Estado burocrático. En las escasas reservas. En la economía de la suma cero. No lo entendían. Saliendo al mundo, restaurando la confianza, atrayendo inversiones y asistencia financiera este país se encausaría hacia la senda del desarrollo. Tomaron el camino equivocado.Tuvo Kirchner la suerte de encontrar un momento excepcional de bonanza en el orbe para invitar a los argentinos a incorporarse al sistema de los países del primer mundo, pero dentro de esa euforia sólo imaginó la hidra asfixiante del manejo de los subsidios cruzados. Un Kirchner salvado de las aguas del Nilo por la soja transgénica que exportaban nuestros sufridos y valientes hombres de campo desde 1996. Los frutos los vino a cosechar desde 2004. Este Moisés desagradecido no paró de insultar y despreciar a sus redentores.Tampoco fue casualidad, este desagradable presidente venía de una experiencia provincial amañada en vicios feudales, irresponsable manipulador de la obra pública, con ostentosos manejos de iracundo capataz y astuto monopolizador de privilegios para su entorno político y los “amigos de la burguesía complaciente”.Cuando debió cumplir con su deber de gobernante en el orden nacional y afrontar la cruda realidad de los montos tarifarios se encerró en una burbuja y decidió esconderse tras el parapeto de los subsidios. Tan sólo buscaba dos objetivos nítidos. Por un lado la popularidad y por el otro el control personal de los dineros públicos con el fin de someter bajo su férula a todos los estamentos institucionales de la nación, las provincias, sus municipios, el poder judicial, el Congreso y las legislaturas, el periodismo y los sindicatos.La red elefantiásica de subsidios le permitiría cubrir los baches con su singular exposición de benefactor personal ante los afluyentes conflictos y de paso acallar las protestas o disgustos del electorado. Mataba así varios pájaros con un solo tiro. Generó un terror robespierreano sobre gobernadores, legisladores, jueces y empresarios. Sutilmente fue tejiendo la tela opresiva que le acercó la suma del poder público. Kirchner abusó de los decretos de necesidad y urgencia sin ninguna necesidad ni urgencia.Utilizó a su propia esposa senadora para reglamentar los sistemas que le permiten usurpar las potestades del Congreso y la Justicia. Cada año prorroga la emergencia económica con vocación de eternidad, crea nuevos impuestos y altera las alícuotas hasta convertir los gravámenes en actos confiscatorios.Transformó el derecho penal en meros procedimientos retroactivos para vengar su iracundia y odios manifiestos. Sovietizó los poderes de la Constitución para ejercer el mando omnímodo desde el estrado de un partido político recauchutado por una jueza tradicionalmente servil y encubridora.Hoy se encuentra Kirchner en esa encrucijada que siempre eludió. Su delegada personal en la presidencia de la república debe aplicar un tarifazo y se revuelve crispado ante la menor posibilidad de que ello influya en las elecciones de 2009. Ni siquiera alcanza a percibir el actual agrietamiento de su poder político. Si no se da cuenta de esta evidente calamidad para él en el día de hoy, cuán lejos estará de conocer el inmenso daño que sus subsidios le hicieron a la nación en su contexto y a la población en su desarrollo normal.Desde comienzos de 2002 se mantienen congeladas las tarifas de la energía. Todas las voces de la oposición y el periodismo gastaron sus gargantas anticipándole la gravedad de semejante irresponsabilidad. Sólo contestaba el rostro pétreo del ministro De Vido con planes pocas veces sensatos y muchas veces delirantes. Desde luego, ni unos ni otros se implementaron. Ya ni se molesta en aclarar qué fue del Plan Nuclear anunciado con bombos y platillos en el 2006 o de los proyectos hidroeléctricos.En ocasiones montan un escenario para que la presidenta exprese algún discurso intrascendente inventando una piedra fundamental o inauguración de usinitas o algunos metros lineales de gasoductos.
Ahí reside toda la política energética de un Estado pletórico en subsidios y falto de expansiones estructurales.Las cifras agobiantes de los subsidios han llevado los servicios públicos a una degradación económica y funcional. Los transportistas se van acostumbrando a depender de las dádivas del estado corruptor más que de la tarifa de los clientes. Las potencialidades de los empresarios se han achatado como la de cualquier burócrata de la administración pública.Como siempre ocurre con estos sistemas colectivistas, dadivosos y pretendidamente filantrópicos, terminan profundizando y sustentabilizando la pobreza de los que menos tienen. Solamente en el sector energético la mano subvencionadora de los Kirchner malgasta la cifra de seis mil millones de dólares por año. Ahora se encuentran como el drogadicto en pleno delirium tremens. Los dineros públicos ya no afluyen como antes, al comienzo de la orgía. La inflación acecha implacable, Guillermo Moreno insiste en acomodar los precios a su antojo.Todo el proyecto de la patria subsidiada se viene abajo. Los diez mil millones de dólares del pueblo argentino manipulados por la camarilla gubernamental, fecundados con el trabajo productivo de la actividad privada, deberían “redistribuirse” para que vuelvan a su natural titular: el pueblo argentino que es absolutamente privado, el cual no merece ser pobre y quiere disfrutar de lo que gana en buena ley.Si esos diez mil millones de dólares los genera la actividad privada ¿qué razón hay para que los mal dispongan los burócratas del estado nacional…? Si la misma actividad privada pudiera pagar directamente el valor real de las tarifas, los empresarios de servicios públicos podrían efectuar las inversiones que correspondan para mantener mejor y expandir los servicios. Todos ganarían y nadie perdería. Distinto a la realidad de la patria subsidiadora, donde los únicos que no pierden son los burócratas que viven de la teta del Estado.Nuestros poetas tangueros parecen no haberse olvidado del impávido ejecutor público de los subsidios corruptores:
Ahí reside toda la política energética de un Estado pletórico en subsidios y falto de expansiones estructurales.Las cifras agobiantes de los subsidios han llevado los servicios públicos a una degradación económica y funcional. Los transportistas se van acostumbrando a depender de las dádivas del estado corruptor más que de la tarifa de los clientes. Las potencialidades de los empresarios se han achatado como la de cualquier burócrata de la administración pública.Como siempre ocurre con estos sistemas colectivistas, dadivosos y pretendidamente filantrópicos, terminan profundizando y sustentabilizando la pobreza de los que menos tienen. Solamente en el sector energético la mano subvencionadora de los Kirchner malgasta la cifra de seis mil millones de dólares por año. Ahora se encuentran como el drogadicto en pleno delirium tremens. Los dineros públicos ya no afluyen como antes, al comienzo de la orgía. La inflación acecha implacable, Guillermo Moreno insiste en acomodar los precios a su antojo.Todo el proyecto de la patria subsidiada se viene abajo. Los diez mil millones de dólares del pueblo argentino manipulados por la camarilla gubernamental, fecundados con el trabajo productivo de la actividad privada, deberían “redistribuirse” para que vuelvan a su natural titular: el pueblo argentino que es absolutamente privado, el cual no merece ser pobre y quiere disfrutar de lo que gana en buena ley.Si esos diez mil millones de dólares los genera la actividad privada ¿qué razón hay para que los mal dispongan los burócratas del estado nacional…? Si la misma actividad privada pudiera pagar directamente el valor real de las tarifas, los empresarios de servicios públicos podrían efectuar las inversiones que correspondan para mantener mejor y expandir los servicios. Todos ganarían y nadie perdería. Distinto a la realidad de la patria subsidiadora, donde los únicos que no pierden son los burócratas que viven de la teta del Estado.Nuestros poetas tangueros parecen no haberse olvidado del impávido ejecutor público de los subsidios corruptores:
“Que decís que un tango rante
No te hace perder la calma,
Y que no te llora el alma
Cuando gime un bandoneón;
Que si tenés sentimiento
Lo tenés adormecido
Pues todo lo has conseguido
Pagando como un chabón.”
(Del tango “Muchacho” de Celedonio Flores)
Fuente: Fundación Atlas
viernes, 8 de agosto de 2008
Es ingenuo pensar que, gracias a este espectáculo, China mejorará su prontuario de violación de los derechos humanos
La celebración de estos juegos coincide con el 30° aniversario de las reformas emprendidas en 1978 por Deng Xiaoping, arquitecto de la apertura económica y del matiz capitalista que, mal que les pese a sus dirigentes ortodoxos, ha adquirido China.
¿Por qué tiene que sonar tan utópico?
¿Quién le devuelve a los asalariados más pobres, a los jubilados y a los casi dos millones de beneficiarios de planes sociales la retención del 30% que padecen por causa de la inflación? No será el aumento discrecional y ocasional de los salarios y jubilaciones mínimos y el de los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias, que pecan de la misma lógica compensatoria que fracasó en la discusión con los chacareros: el Gobierno devuelve dadivosamente lo que era propiedad de los desprotegidos antes de que se los quitara la inflación.
A DECIR VERDAD LA ARGENTINA NO TIENE CREDITO INTERNACIONAL, SOLO HUGO CHAVEZ PRESTA A 14,5%,
SI EL IMPERIALISMO NOS PRESTARA SERIA AL 5% MIENTRAS QUE EL AMIGO BOLIVARIANO AL 14,5%
A DECIR VERDAD LA ARGENTINA NO TIENE CREDITO INTERNACIONAL, SOLO HUGO CHAVEZ PRESTA A 14,5%,
Luego del fracaso de la 125 , y al no poder meterle la mano a la gente del campo, no le quedò otra que pedirle dinero a Chávez. El que crea que las retenciones moviles eran para distribuir la riqueza, es realmente un naif. Los vencimientos de deuda ahogaran al pais en los próximos meses.
En el mes de septiembre , se comenzaran a saber algunos temas sobre el dinero negro de Chávez...
Argentina ha pagado un alto costo al colocar en estos días bonos soberanos por 1.000 millones de dólares en Venezuela, su principal fuente de financiación, llegando a pagar una tasa casi tres veces de la que cobran los organismos financieros internacionales y apenas inferiores al denostado "megacanje" ideado por Domingo Cavallo en el gobierno de Fernando de la Rúa en 2001.
El precio fijado fue de US$68,4 por el Boden 2015 y los dólares ingresaron el jueves. El rendimiento que reconoce es de 14,87%, según lo que dio a conocer el martes el presidente venezolano, Hugo Chávez, en el marco de su visita oficial a Buenos Aires.
Portavoces del Ministerio de Economía se limitaron a indicar que en la operación con Venezuela se han pactado intereses "entre más de 14 por ciento y menos del 15 por ciento".
La ultima colocación de deuda argentina en Venezuela supera en casi dos puntos porcentuales a la efectuada con el mismo país a mediados de mayo pasado y por un monto de 1.000 millones de dólares en BODEN 2015.
El costo de esta colocación de BODEN 2015 duplica al de hace tres años, cuando empezó el auxilio financiero de Venezuela, y se sitúa en los niveles del gigantesco canje de bonos que hizo Argentina en junio de 2001.
El llamado "megacanje" de bonos de 2001 (cerca de 30.000 millones de dólares) se llevó a cabo en medio de la severa crisis económica que a fines de ese año desembocó en la caída del Gobierno de Fernando De la Rúa y en el cese de pagos de Argentina, el mayor de la historia.
El gobierno había cuestionado en su m omentos las tasas de interés cobradas por el FMI y el Banco Mundial, que rondaban el 5%. Y como ejemplificó ayer "Clarín", "5,6% es lo que paga Perú por un bono emitido a un plazo similar al BODEN 2015", destacó.
Los bonos soberanos argentinos que se ajustan por el índice de inflación han caído a los niveles de 2005, cuando se los emitió en la refinanciación de la deuda morosa, a causa del descrédito de los índices oficiales de inflación calculados por el INDEC, que desde hace un año y medio son cuestionados por sospechas de manipulación a la baja
Venezuela ya lleva invertidos 6.500 millones dólares en bonos argentinos, convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento externo para el país, que todavía tiene vedado el acceso a los mercados internacionales tras la refinanciación de la deuda que dejó afuera a los acreedores de unos 20.000 millones de dólares que no aceptaron la refinanciación y el Club de París.
Durante una rueda de prensa efectuada antes de regresar a Caracas, Chávez aseguró que "mientras pueda" Venezuela "seguirá cooperando con Argentina" en materia financiera. "Vamos respondiendo a las solicitudes en la medida en que van surgiendo las necesidades aquí y las posibilidades allá", puntualizó .
www.agenciacna.com.ar
A DECIR VERDAD LA ARGENTINA NO TIENE CREDITO INTERNACIONAL, SOLO HUGO CHAVEZ PRESTA A 14,5%,
Luego del fracaso de la 125 , y al no poder meterle la mano a la gente del campo, no le quedò otra que pedirle dinero a Chávez. El que crea que las retenciones moviles eran para distribuir la riqueza, es realmente un naif. Los vencimientos de deuda ahogaran al pais en los próximos meses.
En el mes de septiembre , se comenzaran a saber algunos temas sobre el dinero negro de Chávez...
Argentina ha pagado un alto costo al colocar en estos días bonos soberanos por 1.000 millones de dólares en Venezuela, su principal fuente de financiación, llegando a pagar una tasa casi tres veces de la que cobran los organismos financieros internacionales y apenas inferiores al denostado "megacanje" ideado por Domingo Cavallo en el gobierno de Fernando de la Rúa en 2001.
El precio fijado fue de US$68,4 por el Boden 2015 y los dólares ingresaron el jueves. El rendimiento que reconoce es de 14,87%, según lo que dio a conocer el martes el presidente venezolano, Hugo Chávez, en el marco de su visita oficial a Buenos Aires.
Portavoces del Ministerio de Economía se limitaron a indicar que en la operación con Venezuela se han pactado intereses "entre más de 14 por ciento y menos del 15 por ciento".
La ultima colocación de deuda argentina en Venezuela supera en casi dos puntos porcentuales a la efectuada con el mismo país a mediados de mayo pasado y por un monto de 1.000 millones de dólares en BODEN 2015.
El costo de esta colocación de BODEN 2015 duplica al de hace tres años, cuando empezó el auxilio financiero de Venezuela, y se sitúa en los niveles del gigantesco canje de bonos que hizo Argentina en junio de 2001.
El llamado "megacanje" de bonos de 2001 (cerca de 30.000 millones de dólares) se llevó a cabo en medio de la severa crisis económica que a fines de ese año desembocó en la caída del Gobierno de Fernando De la Rúa y en el cese de pagos de Argentina, el mayor de la historia.
El gobierno había cuestionado en su m omentos las tasas de interés cobradas por el FMI y el Banco Mundial, que rondaban el 5%. Y como ejemplificó ayer "Clarín", "5,6% es lo que paga Perú por un bono emitido a un plazo similar al BODEN 2015", destacó.
Los bonos soberanos argentinos que se ajustan por el índice de inflación han caído a los niveles de 2005, cuando se los emitió en la refinanciación de la deuda morosa, a causa del descrédito de los índices oficiales de inflación calculados por el INDEC, que desde hace un año y medio son cuestionados por sospechas de manipulación a la baja
Venezuela ya lleva invertidos 6.500 millones dólares en bonos argentinos, convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento externo para el país, que todavía tiene vedado el acceso a los mercados internacionales tras la refinanciación de la deuda que dejó afuera a los acreedores de unos 20.000 millones de dólares que no aceptaron la refinanciación y el Club de París.
Durante una rueda de prensa efectuada antes de regresar a Caracas, Chávez aseguró que "mientras pueda" Venezuela "seguirá cooperando con Argentina" en materia financiera. "Vamos respondiendo a las solicitudes en la medida en que van surgiendo las necesidades aquí y las posibilidades allá", puntualizó .
www.agenciacna.com.ar
jueves, 7 de agosto de 2008
La reconstrucción de los partidos
Todos quieren ganar, pero pocos saben perder. De lo contrario, se difunde la manía de hacer rancho aparte. ¿Se podrá reconstruir algún día esta disciplina espontánea en los partidos? La pregunta queda abierta, tan abierta como la suma de fracasos que, a este respecto, hemos acumulado
miércoles, 6 de agosto de 2008
De Venezuela a Colombia, las “desventuras” de Grobocopatel. Por Emilio J. Cárdenas
Hay realmente muy pocas dudas de que Gustavo Grobocopatel es uno de los emprendedores más eficaces del sector rural, dedicado a la producción en gran escala de soja, hoy -para algunos equivocados- casi una actividad antisocial.
Hasta no hace mucho nuestras autoridades nacionales creían que los “grobo” eran un ejemplo, a punto tal que los llevaron de la mano a suscribir un acuerdo con Venezuela, para enseñar a hacer soja allí. Con la “pompa” y publicidad de siempre.
El acuerdo en cuestión fue ratificado expresamente por el ex Presidente Néstor Kirchner y objeto de la consabida propaganda oficial como digno de destacarse, esto es apto para hacer bulla. Y era efectivamente así.
Los “grobo”, es cierto, son un ejemplo de fe, dedicación, talento, trabajo y tesón, digno de orgullo e imitación. Para el gobierno también lo eran. De allí su promoción al “núcleo central” de los muchos convenios de toda índole suscriptos con el patológico régimen de Hugo Chávez, con el que los Kirchner simpatizan y actúan de consuno.
Hasta que llegó el disparatado “conflicto con el campo” que, está claro, terminó derrotando al gobierno cuando éste pretendió absurdamente poner de rodillas al sector. Y los “grobo” pasaron, velozmente, a la categoría de “pool de siembra”, una noción fantasmagórica que sugiere que es algo que “hay que odiar”. No se sabe bien por qué, pero sirve para agitar un “cuco” más, para distraer, como siempre.
Grobocopatel, en un santiamén, pasó de ser campeón a lucir como demonio. Sin pasos intermedios. De golpe. Por obra de la necesidad de algunos de vivir sembrando odios, divisiones, enfrentamientos y resentimientos. Predicando la lucha de clases, entonces.
Pero las cosas cambian. Los “grobo” (como era previsible) se hartaron rápidamente de la poco seria administración de Venezuela y de su “estilo” patotero e incumplidor, poco empresario, entonces. Y decidieron -acertadamente- “levantar ese campamento” que habían comenzado a armar en marzo de 2007 en medio del redoble de los tambores oficiales. La decisión supone retirarse del esfuerzo caribeño cuando apenas tenían sembradas unas cinco mil hectáreas. Y preparaban otras veinte mil, para ser sembradas a fines de año. Para ellos, nada.
Se cansaron de la ineficiencia. De la burocracia. De la torpeza. De la falta de interés. De la ausencia de seriedad real. Y se fueron, diciendo “hasta aquí llegamos”. Adiós Venezuela y sus sueños. Sin esfuerzo y trabajo, las cosas no salen bien. Casi nunca.
Apenas esto sucedió, Álvaro Uribe, el ascendente Presidente de Colombia, que está en la cúspide de su popularidad, con un 91% de favor popular (contra un paupérrimo 19% de nuestra Cristina), los invitó a trabajar en Colombia, con todo el apoyo oficial. A “hacer soja” en su país.
Los invitados, solícitos, ya recorrieron los llanos orientales colombianos, tratando así de calibrar el alcance de la oportunidad que ahora se les presenta. No es imposible que el adiós a Venezuela sea reemplazado por un “ahora es el tiempo de en Colombia”. Todo un cambio. Saludable, por cierto.
(*) Ex Embajador de Argentina ante las Naciones Unidas.
Fuente: Fundación Futuro Argentino
Hasta no hace mucho nuestras autoridades nacionales creían que los “grobo” eran un ejemplo, a punto tal que los llevaron de la mano a suscribir un acuerdo con Venezuela, para enseñar a hacer soja allí. Con la “pompa” y publicidad de siempre.
El acuerdo en cuestión fue ratificado expresamente por el ex Presidente Néstor Kirchner y objeto de la consabida propaganda oficial como digno de destacarse, esto es apto para hacer bulla. Y era efectivamente así.
Los “grobo”, es cierto, son un ejemplo de fe, dedicación, talento, trabajo y tesón, digno de orgullo e imitación. Para el gobierno también lo eran. De allí su promoción al “núcleo central” de los muchos convenios de toda índole suscriptos con el patológico régimen de Hugo Chávez, con el que los Kirchner simpatizan y actúan de consuno.
Hasta que llegó el disparatado “conflicto con el campo” que, está claro, terminó derrotando al gobierno cuando éste pretendió absurdamente poner de rodillas al sector. Y los “grobo” pasaron, velozmente, a la categoría de “pool de siembra”, una noción fantasmagórica que sugiere que es algo que “hay que odiar”. No se sabe bien por qué, pero sirve para agitar un “cuco” más, para distraer, como siempre.
Grobocopatel, en un santiamén, pasó de ser campeón a lucir como demonio. Sin pasos intermedios. De golpe. Por obra de la necesidad de algunos de vivir sembrando odios, divisiones, enfrentamientos y resentimientos. Predicando la lucha de clases, entonces.
Pero las cosas cambian. Los “grobo” (como era previsible) se hartaron rápidamente de la poco seria administración de Venezuela y de su “estilo” patotero e incumplidor, poco empresario, entonces. Y decidieron -acertadamente- “levantar ese campamento” que habían comenzado a armar en marzo de 2007 en medio del redoble de los tambores oficiales. La decisión supone retirarse del esfuerzo caribeño cuando apenas tenían sembradas unas cinco mil hectáreas. Y preparaban otras veinte mil, para ser sembradas a fines de año. Para ellos, nada.
Se cansaron de la ineficiencia. De la burocracia. De la torpeza. De la falta de interés. De la ausencia de seriedad real. Y se fueron, diciendo “hasta aquí llegamos”. Adiós Venezuela y sus sueños. Sin esfuerzo y trabajo, las cosas no salen bien. Casi nunca.
Apenas esto sucedió, Álvaro Uribe, el ascendente Presidente de Colombia, que está en la cúspide de su popularidad, con un 91% de favor popular (contra un paupérrimo 19% de nuestra Cristina), los invitó a trabajar en Colombia, con todo el apoyo oficial. A “hacer soja” en su país.
Los invitados, solícitos, ya recorrieron los llanos orientales colombianos, tratando así de calibrar el alcance de la oportunidad que ahora se les presenta. No es imposible que el adiós a Venezuela sea reemplazado por un “ahora es el tiempo de en Colombia”. Todo un cambio. Saludable, por cierto.
(*) Ex Embajador de Argentina ante las Naciones Unidas.
Fuente: Fundación Futuro Argentino
los latinoamericanos pagan menos impuestos que los habitantes de casi todas las demás regiones del mundo
Según el Banco Mundial, en Venezuela y Bolivia las empresas no pueden por ley despedir a un empleado, algo que ni siquiera pasa en la China comunista, por más que el trabajador se la pase durmiendo la siesta.
La Argentina exige a las empresas que paguen 139 semanas de salario a un empleado despedido, aun cuando las empresas puedan demostrar que el trabajador no cumplió con los deber asignados.
Comparativamente, Estados Unidos, Dinamarca y Nueva Zelanda permiten despedir a un empleado incompetente sin pagarle un centavo, para incentivar el aumento del empleo.
La Argentina exige a las empresas que paguen 139 semanas de salario a un empleado despedido, aun cuando las empresas puedan demostrar que el trabajador no cumplió con los deber asignados.
Comparativamente, Estados Unidos, Dinamarca y Nueva Zelanda permiten despedir a un empleado incompetente sin pagarle un centavo, para incentivar el aumento del empleo.
La rebeldía del sector agropecuario tuvo en Cobos y en Schiaretti a dos funcionarios heréticos,
Parte importante, por lo menos, del peronismo cordobés cree que Néstor Kirchner ha dado instrucciones secretas para desestabilizar al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, hasta lograr la intervención de la provincia. Varios detenidos por la policía cordobesa durante los graves disturbios del miércoles pasado en la capital provincial son personas del conurbano bonaerense sin ocupación conocida.
¿Qué temen Lavagna y la izquierda que pueda venir luego de la caída del modelo?
Tanto el ex ministro de Economía Roberto Lavagna como algunos sectores de la izquierda están preocupados porque consideran que el estrepitoso fracaso al que nos está conduciendo el modelo kirchnerista provocaría un retorno de la derecha al gobierno y a la política económica.
La importancia de las preguntas.
La importancia de las preguntas.
La anunciada conferencia de prensa a la que convocó la actual Presidente de la Nación, finalmente se concretó.
Hay que celebrar el regreso de este contacto más abierto con los medios de comunicación. Parecía un importante cambio de actitud en el gobierno. Muchos esperaban que se convirtiera en un punto de inflexión.
Tal vez fueron demasiadas las expectativas depositadas en un oficialismo que ya demostró cómo razona, qué está dispuesto a hacer y qué cosas no hará jamás.
Muchos creyeron que esta saludable costumbre de las democracias más maduras, era como un hito que nos permitiría ver esa transparencia, humildad y autocrítica reflexiva que buena parte de la sociedad reclama al oficialismo.
Nada de eso sucedió. Sobrevino una nueva desilusión. Todos los sentidos intentaron registrar las palabras, los gestos y hasta las miradas de la protagonista, a partir de la inquietud expresada por cada medio.
Lamentablemente reapareció la soberbia, cierta actitud poco democrática, y hasta la inoportuna ironía con algunos periodistas. Más de lo mismo, sólo eso. No se podía esperar otra cosa de quienes no han ofrecido más que señales en un mismo sentido.
Es probable que este celebrado gesto de la conferencia de prensa haya sido la consecuencia de una maniobra oportunista, para mejorar en algo la alicaída imagen que muestran las encuestas ya inocultables.
Incluso, como ya dijo algún editorialista, es posible que la fecha haya sido intencionalmente elegida para opacar el impacto mediático del acto de la Sociedad Rural, o porqué no, para demostrar que no son tan inflexibles a determinadas críticas.
Juzgar la calidad institucional de un país, según las respuestas en una rueda de periodistas, por más disgusto que las mismas generen, no es el camino adecuado.
Nuestra madurez democrática, esa capacidad para construir un país en serio, no se mide por el contenido, estilo, locuacidad e intelectualidad de las respuestas que brinda un funcionario. Si queremos analizar seriamente lo que sucedió en estas horas, más vale que miremos del otro lado.
Las respuestas de nuestra Presidente, fueron casi una obviedad. Nada diferente a lo que suelen decir sus voceros de siempre, a esos que se ocupan de difundir la verdad oficial. Esperar que una reunión de prensa modifique el contenido ideológico del oficialismo, es una verdadera ingenuidad.
Para analizar cómo hemos evolucionado en este transitar democrático, es preciso prestar más atención a la actitud de los periodistas, de los medios de comunicación, poniendo énfasis en interpretar las preguntas. Importan las inquietudes, los intereses de quienes tuvieron la responsabilidad de obtener el mejor resultado en las palabras de la protagonista.
La conferencia de prensa, mostró a pocos periodistas del máximo nivel. Participar en ella, la primera otorgada en años, no ameritaba que las "vedettes del ambiente" se quitaran las plumas. Estuvieron muchos excelentes periodistas de gran trayectoria protagonizando este hecho, casi histórico.
Sin embargo, la calidad de las preguntas, ofrecieron demasiados matices. Por un lado, se hizo evidente la presencia de profesionales que privilegiaron la pregunta por sobre su momento de gloria. Se enfocaron en provocar una respuesta que pudiera mostrar algo hasta ahora desconocido en su interlocutora. No lo lograron, pero lo intentaron.
La curiosidad periodística, estuvo allí. Esos periodistas, no necesariamente pertenecían a los medios más importantes. Sólo pudieron demostrar que las circunstancias no los marearon. Evitaron convertirse en los protagonistas que no debían ser.
También se pudo presenciar a los otros, a los que quisieron ser el centro de la escena, haciendo más afirmaciones que preguntas, priorizando mucho más sus aseveraciones que la consulta en concreto. Después de todo, en el periodismo, como en todas las profesiones, hay mejores y peores. Tampoco deberíamos sorprendernos.
Finalmente estuvieron, como no, los alcahuetes de siempre. Esos que mientras preguntan recuerdan, ya no su posición ideológica, ni su profesionalismo, sino la pauta que reciben a cambio de esa "alquilada" forma de ver las cosas. Fue indigna su participación. Más triste aún, es saber que algunos sólo pueden conseguir preguntas para lucirse "pagando", ni siquiera con sus propios recursos, sino con el dinero de todos.
Juzgar lo que ha sucedido por las respuestas, no es lo correcto. Lo trascendente es ver cómo avanzamos en esto de ser una "república democrática" interpretando las preguntas. Cuando muchas de ellas apuntan a la presencia de provocadores funcionarios en el gabinete, o cuestiones que tienen que ver con la credibilidad de los organismos oficiales, es una señal.
Faltaron preguntas, tal vez demasiadas. Las más incómodas estuvieron ausentes. ¿Falta de gimnasia de los comunicadores, exceso de respeto a la investidura presidencial mezclado con cierto pudor en perturbar la calma de los poderosos? pueden ser algunas de las explicaciones.
Esperemos que este nuevo hábito de convocar a los medios de comunicación, no haya sido un simple hecho aislado, y esta práctica se multiplique. Tal vez entonces, mejore la calidad periodística y no sea el patrimonio de los menos. De los aduladores de turno no se puede esperar mucho, pero algunos, probablemente reflexionen y entiendan que la República necesita de adecuadas preguntas más que de excelentes respuestas.
Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
Corrientes – Corrientes – Argentina
03783 - 15602694
La anunciada conferencia de prensa a la que convocó la actual Presidente de la Nación, finalmente se concretó.
Hay que celebrar el regreso de este contacto más abierto con los medios de comunicación. Parecía un importante cambio de actitud en el gobierno. Muchos esperaban que se convirtiera en un punto de inflexión.
Tal vez fueron demasiadas las expectativas depositadas en un oficialismo que ya demostró cómo razona, qué está dispuesto a hacer y qué cosas no hará jamás.
Muchos creyeron que esta saludable costumbre de las democracias más maduras, era como un hito que nos permitiría ver esa transparencia, humildad y autocrítica reflexiva que buena parte de la sociedad reclama al oficialismo.
Nada de eso sucedió. Sobrevino una nueva desilusión. Todos los sentidos intentaron registrar las palabras, los gestos y hasta las miradas de la protagonista, a partir de la inquietud expresada por cada medio.
Lamentablemente reapareció la soberbia, cierta actitud poco democrática, y hasta la inoportuna ironía con algunos periodistas. Más de lo mismo, sólo eso. No se podía esperar otra cosa de quienes no han ofrecido más que señales en un mismo sentido.
Es probable que este celebrado gesto de la conferencia de prensa haya sido la consecuencia de una maniobra oportunista, para mejorar en algo la alicaída imagen que muestran las encuestas ya inocultables.
Incluso, como ya dijo algún editorialista, es posible que la fecha haya sido intencionalmente elegida para opacar el impacto mediático del acto de la Sociedad Rural, o porqué no, para demostrar que no son tan inflexibles a determinadas críticas.
Juzgar la calidad institucional de un país, según las respuestas en una rueda de periodistas, por más disgusto que las mismas generen, no es el camino adecuado.
Nuestra madurez democrática, esa capacidad para construir un país en serio, no se mide por el contenido, estilo, locuacidad e intelectualidad de las respuestas que brinda un funcionario. Si queremos analizar seriamente lo que sucedió en estas horas, más vale que miremos del otro lado.
Las respuestas de nuestra Presidente, fueron casi una obviedad. Nada diferente a lo que suelen decir sus voceros de siempre, a esos que se ocupan de difundir la verdad oficial. Esperar que una reunión de prensa modifique el contenido ideológico del oficialismo, es una verdadera ingenuidad.
Para analizar cómo hemos evolucionado en este transitar democrático, es preciso prestar más atención a la actitud de los periodistas, de los medios de comunicación, poniendo énfasis en interpretar las preguntas. Importan las inquietudes, los intereses de quienes tuvieron la responsabilidad de obtener el mejor resultado en las palabras de la protagonista.
La conferencia de prensa, mostró a pocos periodistas del máximo nivel. Participar en ella, la primera otorgada en años, no ameritaba que las "vedettes del ambiente" se quitaran las plumas. Estuvieron muchos excelentes periodistas de gran trayectoria protagonizando este hecho, casi histórico.
Sin embargo, la calidad de las preguntas, ofrecieron demasiados matices. Por un lado, se hizo evidente la presencia de profesionales que privilegiaron la pregunta por sobre su momento de gloria. Se enfocaron en provocar una respuesta que pudiera mostrar algo hasta ahora desconocido en su interlocutora. No lo lograron, pero lo intentaron.
La curiosidad periodística, estuvo allí. Esos periodistas, no necesariamente pertenecían a los medios más importantes. Sólo pudieron demostrar que las circunstancias no los marearon. Evitaron convertirse en los protagonistas que no debían ser.
También se pudo presenciar a los otros, a los que quisieron ser el centro de la escena, haciendo más afirmaciones que preguntas, priorizando mucho más sus aseveraciones que la consulta en concreto. Después de todo, en el periodismo, como en todas las profesiones, hay mejores y peores. Tampoco deberíamos sorprendernos.
Finalmente estuvieron, como no, los alcahuetes de siempre. Esos que mientras preguntan recuerdan, ya no su posición ideológica, ni su profesionalismo, sino la pauta que reciben a cambio de esa "alquilada" forma de ver las cosas. Fue indigna su participación. Más triste aún, es saber que algunos sólo pueden conseguir preguntas para lucirse "pagando", ni siquiera con sus propios recursos, sino con el dinero de todos.
Juzgar lo que ha sucedido por las respuestas, no es lo correcto. Lo trascendente es ver cómo avanzamos en esto de ser una "república democrática" interpretando las preguntas. Cuando muchas de ellas apuntan a la presencia de provocadores funcionarios en el gabinete, o cuestiones que tienen que ver con la credibilidad de los organismos oficiales, es una señal.
Faltaron preguntas, tal vez demasiadas. Las más incómodas estuvieron ausentes. ¿Falta de gimnasia de los comunicadores, exceso de respeto a la investidura presidencial mezclado con cierto pudor en perturbar la calma de los poderosos? pueden ser algunas de las explicaciones.
Esperemos que este nuevo hábito de convocar a los medios de comunicación, no haya sido un simple hecho aislado, y esta práctica se multiplique. Tal vez entonces, mejore la calidad periodística y no sea el patrimonio de los menos. De los aduladores de turno no se puede esperar mucho, pero algunos, probablemente reflexionen y entiendan que la República necesita de adecuadas preguntas más que de excelentes respuestas.
Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
Corrientes – Corrientes – Argentina
03783 - 15602694
martes, 5 de agosto de 2008
Concertación desconcertada
El gobierno de los Kirchner todavía no sabe bien adónde ir, pero hay algo que tiene absolutamente claro: quiere la revancha. Va y vuelve. Gira sobre sí mismo
sábado, 2 de agosto de 2008
En seis meses cayeron en la pobreza 420.000 personas
El problema más grave que deriva de retocar las estadísticas, recordó Kritz, es que al no reconocerse la cantidad de personas pobres, no se toman medidas de política social que tiendan a aliviar el problema.
La Argentina, cada vez más lejos de los líderes de la región
El premio Nobel de Economía Douglas North, quien ha estudiado los motivos que hacen que un país crezca en el largo plazo, da conclusiones útiles para la reflexión. Brillante economista de la Universidad de Berckley, California, fue un declarado marxista en su juventud. Integró las fuerzas armadas norteamericanas en la II Guerra Mundial y luego se dedicó a entender cuáles eran los fundamentos del desarrollo de las naciones. "La riqueza de las naciones no la hacen sólo los recursos humanos ni los naturales, sino dos factores que se constituyen en pilares del desarrollo del ciudadano común: su firme voluntad de respetar sus instituciones y su inquebrantable reclamo de hacer valer las reglas de juego", concluye su obra cumbre, Instituciones: cambio institucional y desempeño económico .
Los que más tienen reciben el 40% de los subsidios
un dato que habla de la regresividad de este recurso.
"Es inadmisible que la mitad de los 3600 millones que se gastan este año para subsidiar alimentos como leche, carne, pan y fideos se lo quede gente que puede pagar mucho más de lo que vale en las góndolas. Cuando hay políticas de subsidios masivos, siempre se lo termina quedando el que puede consumir más", agregó.
"Es inadmisible que la mitad de los 3600 millones que se gastan este año para subsidiar alimentos como leche, carne, pan y fideos se lo quede gente que puede pagar mucho más de lo que vale en las góndolas. Cuando hay políticas de subsidios masivos, siempre se lo termina quedando el que puede consumir más", agregó.
Schiaretti se aleja de la Casa Rosada y confirmó que estará mañana en el acto de la Rural
El gobernador de Córdoba presenciará la inauguración de la exposición. Ayer, pidió ser recibido por el Poder Ejecutivo, luego de los incidentes por la reforma previsional
Mañana, el gobernador Juan Schiaretti estará en la Exposición Rural, a diferencia del santafesino Hermes Binner, quien tras el encuentro en la Casa de Gobierno con Massa, se excusó de concurrir al evento del campo.
Fuentes cordobesas indicaron a DyN que pese a su presencia en el predio de La Rural, Schiaretti mantendrá un perfil “conciliador” con el gobierno nacional, al menos hasta el lunes, día en el que espera tener una señal concreta del Poder Ejecutivo Nacional para un encuentro.
Al respecto, el propio gobernador señaló que “esto no significa estar peleado con el Gobierno Nacional, sino que Córdoba está presente en una muestra que representa a una producción que es vital para nuestra Patria“.
En esa misma línea, trascendió que quien podría llegar a recibirlo es el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien hace unos días criticó duramente el manejo de la provincia hecho por el ex gobernador José Manuel De la Sota.
Empero, cerca de Schiaretti enfatizaron en que “no importa quien sea, lo importante es poder dialogar con un representante del gobierno nacional para establecer cómo sigue la relación Nación-provincia“.
El gobernador Juan Schiaretti dijo ver “signos alentadores por parte de la Nación” en su relación con la provincia de Córdoba “porque hemos recibido hoy dos cuotas del Programa de Asistencia Financiera por el monto total de 66 millones de pesos y de la deuda que el Gobierno Nacional mantiene con la Provincia en el programa PROFE, que era de 5 millones y medio de pesos, nos enviaron ayer 2 millones 400 mil pesos“.
Schiaretti sostuvo que “aspiro que se encausen las relaciones institucionales entre la Nación y la Provincia ya que desde Córdoba jamás dejamos de tener la relación y el respeto institucional adecuado“.
En esta línea, el mandatario provincial manifestó: “Espero que este gesto de enviar fondos desde la Nación continúe y tener más novedades positivas porque los cordobeses no estamos peleados ni en contra del Gobierno Nacional”; y aseguró que “espero que a través del diálogo podamos resolver esta situación de castigo que está viviendo Córdoba”.
En relación al pedido que el intendente Giacomino le hizo al Jefe de Gabinete Sergio Massa para que reciba al gobernador, Schiaretti expresó: “No esperaba otra cosa del intendente de Córdoba porque es una persona con la cual trabajamos mancomunadamente, igual que con el resto de los intendentes provinciales; y es una persona que siempre brega para que haya dialogo, concordia y consenso“.
El gobernador le reiteró a los trabajadores de Luz y Fuerza que “si quieren tener una Caja propia junto con EPEC que la tengan y que vean cómo financian la Caja de Jubilaciones y sus jubilaciones de 5.700 pesos por mes“.
El gobernador sostuvo que hasta hoy a esas jubilaciones se las están pagando los empleados municipales del interior. Al respecto, Schiaretti puntualizó: “Cuando uno suma los aportes que hacen los trabajadores de EPEC más los aportes de la empresa, el monto sólo cubre el 48% de lo que cobran actualmente los jubilados, lo que significa que son los trabajadores municipales del interior, que ganan 1.700 pesos por mes, los que le están subsidiando el pago de esas jubilaciones“.
Fuente: Infobae.com
Mañana, el gobernador Juan Schiaretti estará en la Exposición Rural, a diferencia del santafesino Hermes Binner, quien tras el encuentro en la Casa de Gobierno con Massa, se excusó de concurrir al evento del campo.
Fuentes cordobesas indicaron a DyN que pese a su presencia en el predio de La Rural, Schiaretti mantendrá un perfil “conciliador” con el gobierno nacional, al menos hasta el lunes, día en el que espera tener una señal concreta del Poder Ejecutivo Nacional para un encuentro.
Al respecto, el propio gobernador señaló que “esto no significa estar peleado con el Gobierno Nacional, sino que Córdoba está presente en una muestra que representa a una producción que es vital para nuestra Patria“.
En esa misma línea, trascendió que quien podría llegar a recibirlo es el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien hace unos días criticó duramente el manejo de la provincia hecho por el ex gobernador José Manuel De la Sota.
Empero, cerca de Schiaretti enfatizaron en que “no importa quien sea, lo importante es poder dialogar con un representante del gobierno nacional para establecer cómo sigue la relación Nación-provincia“.
El gobernador Juan Schiaretti dijo ver “signos alentadores por parte de la Nación” en su relación con la provincia de Córdoba “porque hemos recibido hoy dos cuotas del Programa de Asistencia Financiera por el monto total de 66 millones de pesos y de la deuda que el Gobierno Nacional mantiene con la Provincia en el programa PROFE, que era de 5 millones y medio de pesos, nos enviaron ayer 2 millones 400 mil pesos“.
Schiaretti sostuvo que “aspiro que se encausen las relaciones institucionales entre la Nación y la Provincia ya que desde Córdoba jamás dejamos de tener la relación y el respeto institucional adecuado“.
En esta línea, el mandatario provincial manifestó: “Espero que este gesto de enviar fondos desde la Nación continúe y tener más novedades positivas porque los cordobeses no estamos peleados ni en contra del Gobierno Nacional”; y aseguró que “espero que a través del diálogo podamos resolver esta situación de castigo que está viviendo Córdoba”.
En relación al pedido que el intendente Giacomino le hizo al Jefe de Gabinete Sergio Massa para que reciba al gobernador, Schiaretti expresó: “No esperaba otra cosa del intendente de Córdoba porque es una persona con la cual trabajamos mancomunadamente, igual que con el resto de los intendentes provinciales; y es una persona que siempre brega para que haya dialogo, concordia y consenso“.
El gobernador le reiteró a los trabajadores de Luz y Fuerza que “si quieren tener una Caja propia junto con EPEC que la tengan y que vean cómo financian la Caja de Jubilaciones y sus jubilaciones de 5.700 pesos por mes“.
El gobernador sostuvo que hasta hoy a esas jubilaciones se las están pagando los empleados municipales del interior. Al respecto, Schiaretti puntualizó: “Cuando uno suma los aportes que hacen los trabajadores de EPEC más los aportes de la empresa, el monto sólo cubre el 48% de lo que cobran actualmente los jubilados, lo que significa que son los trabajadores municipales del interior, que ganan 1.700 pesos por mes, los que le están subsidiando el pago de esas jubilaciones“.
Fuente: Infobae.com
viernes, 1 de agosto de 2008
Sin audiencia para Córdoba, continúa la ronda de reuniones de Massa con los gobernadores
pese a los incidentes en la provincia mediterránea, el Gobierno se niega a recibir a Schiaretti
El Gobierno ya estudia algún retoque para las retenciones
El secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, decidió guardar silencio hasta que pase el acto del sábado en la Rural de Palermo. Después, hablaría con hechos contundentes: según pudo saber Clarín, Agricultura ya estudia un nuevo retoque de las retenciones a las exportaciones agrícolas, que implicará una suba del tributo a la soja y una reducción del impuesto para el trigo y el maíz. De esta manera, el Gobierno apostaría a recuperar la iniciativa luego del fracaso de las retenciones móviles en el Congreso. Por Matías Longoni
Al menos dos fuentes cercanas al flamante funcionario confirmaron la modificación que estudia el Ejecutivo. Si prospera el plan de Cheppi, las retenciones a la soja pasarían del 35 al 40%, las del girasol permanecerían en torno al actual 32%, y las de trigo y maíz se achicarían unos 5 puntos porcentuales, al 23 y 20% respectivamente. Un dato clave es que el tributo a la exportación continuaría siendo “fijo”. El Gobierno parece haber descartado, al menos por ahora, la movilidad ideada por el ex ministro Martín Lousteau, que desencadenó la fuerte protesta rural de marzo pasado.
En una soja de 500 dólares (ayer, el valor FOB de exportación era de 517 dólares), un aumento de 5% en los derechos de exportación implicaría un ingreso fiscal adicional de casi U$S 1.200 millones, siempre que se repitiese en 2009 una cosecha de 48 millones de toneladas. Ese dinero se corresponde con el que se perdió de recaudar el Ejecutivo con la derogación de la Resolución 125. De todos modos, la última cosecha ya está jugada y la medida apuntaría a imponer reglas claras de cara a la próxima campaña agrícola.
Un decisión pendiente -que escapa a la esfera de poder del nuevo secretario, un hombre que cuenta con la confianza de la presidenta Cristina Kirchner-, es si este nuevo esquema de retenciones será impuesto por resolución ministerial o será enviado para su debate en el Congreso. Las fuentes se inclinaron por pensar que se impondrá el primer escenario, aún a riesgo de provocar la irritación de las entidades rurales y la oposición política. Es que, luego del traspié en el Senado, el Ejecutivo parece decidido a recuperar la iniciativa en materia de política agrícola e impositiva.
En la Rural de Palermo, donde ayer confluyeron muchos de los líderes de la protesta agropecuaria que puso en jaque al kirchnerismo, el escenario más temido era que, en lugar de convocarlos a una mesa de concertación, el Gobierno comenzase a tomar decisiones de manera unilateral. “No tenemos ni una pista de lo que están tramando”, confesó ayer un directivo de la Federación Agraria, confirmando que Cheppi no se comunicó hasta ahora con ninguna entidad.
El proyecto de retenciones bajo estudio en Agricultura, contra lo que sucedía con la Resolución 125, va en línea con la prédica oficial en contra de la “sojización”, ya que la alícuota aplicada al poroto casi duplicaría a la de los principales cereales. El esquema comenzó a cocinarse entre los técnicos del INTA -que hasta ahora presidía Cheppi-, durante los meses de conflicto. Y contemplaría también la tan mentada “segmentación” de pequeños y medianos productores, para hacerles más llevadero el peso del tributo sobre sus ingresos.
Fuente: Clarín
Al menos dos fuentes cercanas al flamante funcionario confirmaron la modificación que estudia el Ejecutivo. Si prospera el plan de Cheppi, las retenciones a la soja pasarían del 35 al 40%, las del girasol permanecerían en torno al actual 32%, y las de trigo y maíz se achicarían unos 5 puntos porcentuales, al 23 y 20% respectivamente. Un dato clave es que el tributo a la exportación continuaría siendo “fijo”. El Gobierno parece haber descartado, al menos por ahora, la movilidad ideada por el ex ministro Martín Lousteau, que desencadenó la fuerte protesta rural de marzo pasado.
En una soja de 500 dólares (ayer, el valor FOB de exportación era de 517 dólares), un aumento de 5% en los derechos de exportación implicaría un ingreso fiscal adicional de casi U$S 1.200 millones, siempre que se repitiese en 2009 una cosecha de 48 millones de toneladas. Ese dinero se corresponde con el que se perdió de recaudar el Ejecutivo con la derogación de la Resolución 125. De todos modos, la última cosecha ya está jugada y la medida apuntaría a imponer reglas claras de cara a la próxima campaña agrícola.
Un decisión pendiente -que escapa a la esfera de poder del nuevo secretario, un hombre que cuenta con la confianza de la presidenta Cristina Kirchner-, es si este nuevo esquema de retenciones será impuesto por resolución ministerial o será enviado para su debate en el Congreso. Las fuentes se inclinaron por pensar que se impondrá el primer escenario, aún a riesgo de provocar la irritación de las entidades rurales y la oposición política. Es que, luego del traspié en el Senado, el Ejecutivo parece decidido a recuperar la iniciativa en materia de política agrícola e impositiva.
En la Rural de Palermo, donde ayer confluyeron muchos de los líderes de la protesta agropecuaria que puso en jaque al kirchnerismo, el escenario más temido era que, en lugar de convocarlos a una mesa de concertación, el Gobierno comenzase a tomar decisiones de manera unilateral. “No tenemos ni una pista de lo que están tramando”, confesó ayer un directivo de la Federación Agraria, confirmando que Cheppi no se comunicó hasta ahora con ninguna entidad.
El proyecto de retenciones bajo estudio en Agricultura, contra lo que sucedía con la Resolución 125, va en línea con la prédica oficial en contra de la “sojización”, ya que la alícuota aplicada al poroto casi duplicaría a la de los principales cereales. El esquema comenzó a cocinarse entre los técnicos del INTA -que hasta ahora presidía Cheppi-, durante los meses de conflicto. Y contemplaría también la tan mentada “segmentación” de pequeños y medianos productores, para hacerles más llevadero el peso del tributo sobre sus ingresos.
Fuente: Clarín
La jugada de los Kirchner para tentar el retorno de Juez
Juez, que de humorista tiene mucho pero de estúpido casi nada, aceptó un breve encuentro para escuchar directamente del ex presidente lo que sea que tengan para ofrecerle.
La verdad sobre la deuda con Córdoba que provocó el estallido
Córdoba estalló. La decisión del Poder Ejecutivo de reforma provisional que implica un recorte a los haberes superiores a 5 mil pesos derivó en un estallido social con marchas y protestas violentas con heridos y detenidos
El síndrome de Peter Pan
Lo señalado da cuenta de que el matrimonio presidencial parece haber decidido deliberadamente reabrir el conflicto con el campo, como si no supiera gobernar sin crear permanentemente un enemigo al cual enfrentarse. Como si nada hubiera aprendido de la histórica lección que ofreció el desenlace parlamentario de la trasnochada iniciativa sobre las retenciones.
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