viernes, 5 de diciembre de 2008

En lugar de encarar el problema del crimen y de la delincuencia, lo que hacemos es ponerle jaulas a los choferes

Los honrados cargarían con el castigo de soportar el encierro porque han llevado a la degradación a los delincuentes que, como premio, gozarían del doble derecho de la libertad y de atacar a sus victimarios. Esta es la macabra teoría que ha ganado espacio dentro del pensamiento académico, y que ha sido trasmitida, de allí para abajo, a los que hoy hacen las leyes y las juzgan.

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