martes, 10 de febrero de 2009

Cuando la política no es diálogo, es violencia

Nadie tiene derecho, en efecto, a pegarle a nadie. Los funcionarios deben ser, los ciudadanos más escrupulosos con sus palabras. No obstante, a un hermano de Agustín Rossi, Alejandro, también diputado, no se le ocurrió mejor idea que amenazar con "llevar un camión con 60 tipos" para enfrentar a los productores que escrachan. ¿Pasarán de la confrontación verbal al enfrentamiento civil? Las palabras preceden a los hechos. De paso, Alejandro Rossi acusó a "los medios" de "legitimar" la agresión a su hermano. ¿Dónde está la prueba de semejante acusación? ¿O será la prensa el próximo blanco de la violencia que forma parte ya de una Argentina implacable e inhumana?

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