sábado, 24 de enero de 2009
Dos desafíos para el Bicentenario
En la Argentina, en cambio, el populismo personalista sigue fuertemente insertado en nuestra cultura política. La base sustancial del liderazgo del ex presidente Néstor Kirchner -con su confusa combinación de autoritarismo e instrumentación del vínculo conyugal y con su implícita amenaza de perpetuar su influencia en el poder a cualquier precio- responde a ese personalismo tradicional tan opuesto al espíritu que debería presidir una genuina democracia
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